-Sabes, es extraño todo esto tomando en cuenta de que tu eres un simple desconocido...-susurró Damon, jugando con el borde su copa-. De todo el tiempo que llevo viviendo en esta ciudad nunca antes te había visto por aquí.
El chico reservó sus comentarios respecto a eso ya que no iba a contarle su vida a un simple desconocido que solo había venido a ese lugar con intenciones de fastidiarlo. Pero lo que él no sabía es que nada de eso era cierto, sino que las intenciones de Damon Albarn eran muy claras, pues aquel distraído y apuesto barman era su tipo de chico ideal. Específicamente, el chico que estuvo esperando por tanto tiempo.
-Me mudé hace poco -contestó el menor acomodando las copas que le habían hecho el día sobre un estante-. Essex es una ciudad muy bonita, no mejor que Manchester, claro.
Damon abrió los ojos, sorprendido.
-Claro, ya lo suponía por tu acento.
El acento más sexy que pude haber escuchado antes. Pensó.
Damon sonrió sin verse observado por la atenta e ignorada mirada del muchacho quien ya se encontraba fuera de su lugar de trabajo, en espera a su respuesta.
-Hey, apresúrate, ¿si? no voy a estar sirviéndote toda la noche. -exclamó el castaño mientras se ponía un abrigo.
-Esta bien -lo vio extrañado antes de decir algo que arruinase su noche-, como mande su alteza.
Ambos chicos se dirigieron a la salida no sin antes verse observados por la atenta mirada de la empleada del lugar encargada del aseo.
-¡Temprano mañana, Gallagher! -dijo en forma de broma.
El niño Gallagher frunció el entrecejo ignorando el comentario de la señora, y ya a las afueras del local, junto a Damon caminaron hacia una dirección desconocida.
-Me agrada cuando la noche está así de tenue... -comentó Damon con una sonrisa pegada al cielo- es como si pudiera sentirla caer sobre mí.
¿Qué le pasa a este? ¿Acaso se tragó un poema filosófico? Ni que fuera el mismo Freud.
Liam Gallagher puso los ojos en blanco, aburrido, pues si no había algo que no detestara era que le hicieran esperar más de lo debido. Él solo quería una cerveza gratis y nada más para luego irse a su casa. El empleo en el bar lo tenía algo aburrido, llevaba en ese lugar un mes y aun le era difícil adaptarse.
-Y ya que insistes tanto en que te lleve a tomar un trago... -dijo Damon luego de un rato, interrumpiendo así sus pensamientos-. Creeme que estarás en el mejor lugar que hayas pisado antes, yo siempre voy ahí y...
-Lo dudo, he ido a lugares mejores -interrumpió Liam sin dejarlo terminar.
Damon levantó una ceja e intentó abrazarlo, acostumbraba a hacer eso con medio mundo, su actitud le causaba tanta ternura.
-¿Pasa algo? -preguntó al ver como el menor se alejó instantáneamente de él.
-No te conozco, ni siquiera me has dicho tu nombre.
Damon puso una mirada obvia a la vez que el chico no dejaba de observarlo, se sentía como el Narciso mismo.
-Claro, mi nombre es Damon Albarn. Pero para mis amigos soy simplemente, Damon. -le guiñó un ojo.
-Supongo que le dices eso a medio mundo -sonrió el menor- yo soy Liam, Liam Gallagher, pero supongo que eso conmigo no te resultará. -dijo engreído.
-Bla bla bla -balbuceó Damon- que engreído eres, Liam. -recalcó lo último con una sonrisa.
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Cigarettes and Alcohol (Diam)
FanfictionAcéptalo Damon, una simple copa no te hará nada malo... *Suena de fondo The Hand That Rocks the Cradle de The Smiths*