Tim es un nerd que pasa su tiempo revisando las redes sociales de su crush Conner Kent, a quien a querido en secreto desde hace tiempo, en su último año de preparatoria solo tiene esta oportunidad para enamorar al galán de la escuela. El amor es com...
-Creo que no puedo decidir que sabor me gusta más, chocolate por si solo es delicioso pero la chocomenta me atrae bastante –
-Compra chocolate y yo compraré chocomenta y puedes tomar si quieres –le dijo intentando que fuera un gesto casual y desinteresado y no el pensamiento ferviente de un beso indirecto y la necesidad de compartir fluidos.
Kon le dio un apretón en el hombro con una sonrisa como si hubiera hecho el mejor acto de bondad.
Pidió los helados y pagó su parte, Kon venia de una familia modesta, y el dinero era un asunto que se lo tomaba con seriedad, no le gustaba despilfarrar ni comprar nada innecesario.
Aquello le hacía pensar a Tim que Kon era una persona muy madura y responsable.
-Creo que le seré infiel al chocolate- dijo Kon y acercó su cabeza a Tim y probó su helado.
Tim sintió la boca seca y las manos sudadas ante la acción al verlo lamerse los labios y volver a su helado dejándolo con hambre y no precisamente de helado.
-Supe de un lugar donde venden todo tipo de chocolates y trufas, lo abrieran la siguiente semana y van a dar muestras gratis-le tentó Tim quien había hecho una ardua investigación en chocolate.
La cara de Kon se iluminó ante la posibilidad de comer chocolate ilimitado sin tener pagar para luego decaer.
-No puedo, la próxima semana iré con mi hermanito a una fiesta infantil, se lo prometí y él es importante para mí –le dijo avergonzado.
Kon tenía un pequeño hermanito, Jonathan Samuel Kent, apodado Jon, Tim no había investigado mucho de él.
-Yo podría acompañarte, tengo un hermanito menor- dijo de sopetón sin detenerse a pensar lo que había ofrecido.
-No creo que te guste son fiestas infantiles después de todo- le dijo no muy seguro Kon
-Nada de eso, me encantará, mi hermanito y yo somos muy unidos- le aseguró sin creer ni una pisca lo que estaba diciendo.
Kon dudo un segundo y asintió con una sonrisa luminosa.
-Será genial si puedes venir, me gusta charlar contigo, entonces ¿te paso mi número de teléfono y nos ponemos de acuerdo en la semana?- le preguntó Kon sacando su celular
Tim fingió guardar el número que ya tenía registrado y conocía de memoria, pero fue agradable ver como Kon apuntaba el suyo.
-Estaremos en contacto-Kon le sonrió despidiéndose de él con un suave golpecito en el hombro diciéndole adiós.
Tim se quedó embelesado diciendo adiós hasta que la figura salió de su campo de visión, entonces pensó en lo que se había comprometido y se golpeó así mismo en la cara con la palma.
-Estoy jodido...Damián va a matarme-
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