Capitulo 6

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-Tienes que estar bromeando- Damián de pie junto a Tim miró a los dos hermanos que  venían por ellos.

Kon había sacado su permiso de conducir y llevaba una vieja camioneta Ford  del 65 color azul cielo,  un modelo clásico con acabados en blanco. Pero aquello no era lo que impresionaba a los hermanos, sino que Kon y Jon estaban vestidos iguales.

Camisas azules a cuadros con pantalones de mezclilla y botas cafés, y para rematar gorras azules con la inicial de su nombre en la cabeza,  a todo ello se incluía que eran físicamente similares, grandes sonrisas con hoyuelos, piel trigueña, cabello negro ondulado y unos impresionantes ojos azules tan claros como el cielo despejado.

Jon caminaba alegremente tomado de la mano de su hermano y Tim sintió un arranque de celos, porque él había pasado meses deseando poder hacer esa pequeña acción.

-No sabía que vivías en esta parte de la ciudad-le dijo Kon mirando la gran mansión – ¿No te queda lejos el parque?-

Tim parpadeo tratando de contener el grito interno en él.

-Me gusta ese lugar, vale la pena ir lejos- le dijo tratando de sonar casual y que Kon no insistiera más en porque iba a un sitio que le quedaba al otro lado de la ciudad.

Kon le miró con una risa y lo dejó estar – Él es mi hermanito –le dijo mostrando al pequeño.

-Soy Jonathan, me pueden decir Jon- dijo con aquella vocecita dulce.

Tim se preguntó si así eran los niños normales, miró de Damián a Jon valorando que había salido mal con el suyo.

-Yo soy Damián-le dijo el menor,  nada de apodos cariñosos ni recortes de nombre.

Cuando  ambos niños estuvieron de pie uno frente al otro Tim no pudo evitar reírse.

-Jon es más alto que tú- le dijo burlón a Damián quien le mando una mirada asesina para que se callara.

-¿Cuántos años tiene Jon?- le pregunto a Kon mientras caminaban a la camioneta para subirse dentro.

-Es alto para su edad, pero pronto cumplirá once- dijo pensando en ello arrancando el carro.

Tim miro a los hermanos y pensó que debía ser la genética, Kon también era muy alto, con un amplio y fuerte pecho, largas piernas y espalda musculada.

Tuvo que detener el flujo de sus pensamientos porque su boca se estaba haciendo agua.

El lugar de la fiesta era un parque muy amplio,  Tim había temido que la fiesta en si fuera ñoña con payasos y magos, pero al parecer las madres de ahora no tenían los mismos conceptos de fiestas infantiles.

Se acercaron al grupo de niños, donde había una barra de dulces y pastelillos decorados de la última película infantil de moda.

Tim pronto se vio rodeado de un montón de señoras jóvenes, quienes fueron a saludar a su próximamente marido.

Las miró saludar a Kon con abrazos y besos, dándole ligeros toques o acariciándole la mejilla.

Ante eso no pudo evitar que al saludarlas su sonrisa  fuera de lo más hipócrita.

-No sabía que eras popular con las señoras- le dijo con un toque celoso en la voz.

-Antes má traía a Jon, pero ella murió-le dijo suave acariciando la cabeza de su hermanito para animarlo a reunirse con los demás.

Tim se sintió como si hubiera pateado a un cachorrito después de eso,  quedándose callado sin ningún sentimiento de celos. Él sabía sobre la muerte de su madre, pero no había investigado nada al respecto, incluso para él, eso era una falta de respeto a la privacidad ajena.

Every breath you takeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora