Capítulo 5

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¿Quién llama la atención primero?

Entonces fui a casa de abuela, donde me estaba quedando por un tiempo para luego regresar a los Estados Unidos. Todo continuó normal. Yo visitando a mis amistades y familiares y disfrutando. No fue hasta que la casualidad volvió a golpearme. Estaba en el sofá mirando al techo. Me vinieron recuerdos.

Flashback

Estaba en el estudio de música de la escuela. La puerta de el estudio tenía un cristal que permitía ver para el salón de música. Ahí estabas tú, Zack. Y pura coincidencia, tu asiento quedaba mirando justo a la puerta del estudio. Yo me acomodé dando la espalda al salón de música. Pero tan tonta era que justo cuando me volteaba para mirarte, tú ya estabas viéndome antes. Y quedé como la estúpida. Otra vez. Cuando era hora de cambio de clase, salí tan de prisa como pude para huir de toparme contigo. Salí del salón, pero no me libré de encontrarme contigo. Y para cerrar con broche de oro, saliste por la otra puerta y nos chocamos.
_ Perdón. -Dijiste. Yo bajé mi rostro y me quedé congelada. Tú seguiste tu camino.
Después de ese día comencé a notar que cuando yo estaba con mis amistades, tú hacías de las tuyas para llamar mi atención al igual que yo hacía lo mismo. Pero ambos ignorábamos lo del otro. Teníamos el mismo plan de llamar la atención del otro pero sin caer primero. Eso se convirtió en un juego. El jueguito de quién llama la atención primero. Gracioso ¿no?

Fin del Flashback

Recordaba todas esas cosas, cuando tomé mi teléfono y miré su contacto por unos segundos. Aunque no me arrepentía de lo que había sucedido. No me arrepentí no haber llegado a algo con él, pero por otra parte sí. Porque él fue la primera persona por la que perdí la mente. Tal vez... hubiera sido una bonita experiencia. Pero conociendo como soy, sé que las cosas se dieron así porque no íbamos a poder estar juntos. ¿Y qué si hubiera sido algo de él? ¿Qué si me tocara despedirme también de él por mudarme? Soy muy apegada a las personas, aunque no lo exprese. Tal vez nunca me verán llorar por alguien de frente. Pero lo que aguanto frente a las personas, lo vacío en un océano de lágrimas en mi habitación. Eso hubiera sido un golpe aún más fuerte para mí. ¿Dejar a la persona que amo por mudarme? No... Entonces comprendí que no eras para mí porque no me convenías. Las cosas pasan por algo siempre. Dolió como quiera porque yo lo quería. Pero las relaciones a distancia muy pocas veces funcionan. Estoy feliz porque él no llegó a sentir nada o tal vez si hubo algo, no fue capaz de decirlo. Porque a estas alturas no le creo ni pío lo que dijo de que le llegué a gustar.

Sonó mi teléfono y yo brinqué del susto. Era Sean, mi novio. Estuvimos hablando por horas. Antes de yo colgar la llamada, tenía otra llamada entrante y era de Zack. Me sorprendí porque no pensé que me llamara. Me pareció demasiado extraño.
- Sean, ahora debo colgar. Te llamo más tarde, ¿sí?
- Bien.

- ¿Hola, Zack?
- Hola... -Dijo con tono triste.
- ¿Todo bien?
- Sé que estás ocupada y no quisiera molestarte, pero puedo hablar solo un minuto? -Preguntó.
- Sí.
- Estos días estuve pensando en muchas cosas. Sigo pensando en que no fue casualidad en el momento en que llegaste y tampoco pensé que serías tú, pero necesito tu ayuda.  Mis amistades tratan de ayudar pero no me comprenden porque ellos aman la rebeldía y quieren que lo resuelva todo con alcohol o irme a clubs.  Ya sabes... lo típico de los jóvenes con 20 años de edad.  A mis padres no puedo decirles nada porque no me siento cómodo.  Mis hermanos me dan consejos pero nada me funciona.  Pensé en ti porque tal vez el hecho de que eres mujer y comprendes más..  ya sabes... hubo algo entre nosotros, me podría ayudar más. 
- ¿Ahhh? -Pregunté extrañada.
- No me mal interpretes.  No pienses mal.  -Dijo asustado.  Yo comencé a reír.
- Haré lo que me dijiste... pero necesito tu ayuda... Quiero recuperar a mi novia.  Necesito que ahora tú me ayudes. -Agregó.
- Okay... ya pasó el minuto.  Adiós. -Dije.
- ¿Ahh? 
- Es broma.  ¿Entonces crees que debamos hablar esto físicamente?
- Sí. Por eso te llamé.  ¿Dónde nos podemos ver?
- Me voy en dos semanas... Pero creo que este viernes puedo en la tarde/noche.  En la pizzería que está cerca de la panadería donde nos encontramos de casualidad la otra vez. 
- Va muy bien. Gracias.  Entonces nos vemos allí. 
- Bien. Adiós. 
-Gracias.  -Dijo y colgué la llamada. 

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