Perdón por todo. No fue mi intención que te sintieras mal. Todo esto fue un mal entendido. Yo fallé. No te di espacio, no fui comprensivo, no me puse en tus zapatos y te ignoré como creí que tú hacías. No te volveré a lastimar. Perdón por hacerte llorar. Prometo que no volverá a pasar. Quiero que a pesar de yo ser un tonto, me des una oportunidad...
- Zack
Yo estaba caminando y lloraba. Lloraba al recordarlo todo. Y él tenía razón. No describía nada de su novia. Empecé describiéndola pero terminé hablando de mí. Después de que él leyera la carta, escuché sus pasos que se acercaban a mí. Sentí que sus brazos me amarraron a él. Yo me di la vuelta después de unos segundos y lo miré a los ojos. Él tomó mis dos manos y ambos unimos nuestros labios. Mientras nuestros labios estaban unidos, mis lágrimas salían sin permiso. Luego nos despegamos lentamente. Y él me dio la carta que yo había escrito. Lo miré extrañada.
_ La persona a la que debí entregar esta carta, es a ti. -Dijo.
_ Ella te perdonará. -Dije.
_ ¿Cómo puedes estar tan segura?
_ Por que ya yo lo hice... -Dije y esta vez sí me marché. Llegué a casa de mi abuela, me encerré en el baño y comencé a llorar hasta que mis ojos me dolían, al punto de darme sueño. Luego me fui a dormir. Pasaron los días y todo corrió a la normalidad. Ya era el día de regresar a los Estados Unidos y recibí un mensaje de él.Perdón por todo. No fue mi intención que te sintieras mal. Todo esto fue un mal entendido. Yo fallé. No te di espacio, no fui comprensivo, no me puse en tus zapatos y te ignoré. Perdón por hacerte llorar. Quiero que a pesar de yo ser un tonto, me perdones por no decirte que te amo. Aunque ahora mi novia y yo volvimos, no olvidaré esas miradas de nosotros, no olvidaré lo que sentí por ti. No olvidaré mis mentiras blancas que hicieron de una posible relación, un completo desastre.
Gracias...-Zack
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White Lies
Short Story"Las miradas dicen más que mil palabras." Es cierto. Pero en esta historia no son las típicas miradas de amor. Dicen que si se ríen y se miran a los ojos sin tener que decirse nada, es amor. Esta historia es la excepción a esa regla.