La nube gris

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«Sigo buscando ese lugar en el que no sienta el dolor»

Traté, pero no lo logré, sigo atrapado aquí, parece como si la caída fuera infinita, yo solo espero poder tocar el suelo y fallecer.

Se derrumbó, todo debajo mis pies, esas cosas que llamen dignidad y honor se perdieron, solo quiero recordar mi nombre una última vez.

¿Qué eres? Supongo que otro más que reside este universo ¿Propósito? No creo tener de eso ¿Metas? Solo una, y fracase en el intento ¿Cuál era? Vivir.

La voz que no es mía que me habla en mi cabeza me trajo hasta aquí, con tantos finales alternativos, que ya no recuerdo cuál de ellos era el real.

Los saltos al vacío, cortos o largos, siempre terminan llevando todo hacia la oscuridad, el vacío que siento no lo puedo llenar ni con bellos pensamientos.

Los venenos y las sobredosis son travesías demasiado duras para vivir, suficiente con las falsas palabras de los amigos que solía tener.

La memoria me falló, igual que ellos a mí, si recordará quien fue el que falló primero, descansaría mi mente de todo esto al fin.

El reloj sin cuerda que detenido marca las tres, quiere seguir tocando desde lo alto quien es el rey, abdiquen las emociones, coronen los sinsabores.

Nos volvimos poemas mal escritos, canciones sin sentido, somos amargura que sigue viva sin sentido.

Falta un minuto, para la medianoche y sigo debajo de las sábanas viendo tu foto a media vida, la única lágrima que me queda solo recorre mi rostro si es por ti, nada más merece enceguecer mi vista.

Los ruidos electrónicos y las notificaciones silenciosas, hacen la pantalla mi mejor amigo, es la única que me comprende junto a la lista de reproducción que suena ahora.

Danza sin motivo, al ritmo de mis oídos, ruidos aesticos le traen placer a mi conciencia, una última canción antes de irnos. Claro que sí, después de todo es nuestra última noche. Un ritmo triste para este final triste, quien soy yo para juzgar lo que verdaderamente no importa, si yo ni siquiera importo, vivo el día como si fueran cualquier cosa, después de todo cualquier cosa soy. Lo entendiste, al fin. No entiendo porque sigo hablando con la nube gris, si ella fue la que me trajo aquí, para buscar el lugar donde vivía sin dolor.

«Y finalmente llegaste allí...»

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