Erik estaba en la parte trasera del preescolar, aprovechando que los niños estaban dormidos se habia puesto a arreglar y pintar algunas sillas del lugar, pues con el paso del tiempo y el uso estas se habían deteriorado un poco, algunas hasta se habían roto.
-Oh, ¿así que esa también se rompió?- pregunto algo apenada la rubia, al ver que Erik habia sacado una silla mas a arreglar, una silla que ni ella se habia dado cuenta que se habia roto.
Erik asintió, la chica se acerco un poco a su área de trabajo.
-Seria bueno poder comprar unas nuevas- la chica miro el cielo, incapaz de ver al cobrizo, el chico se esmeraba día con día por ayudarla.
-No veo el problema si yo las compongo, ademas no necesitan ser nuevas para cumplir su función- trato de consolar el cobrizo, no le agradaba que Raven entristeciera, si por el fuera se esforzaría por verla alegre todo el tiempo.
La chica sonrió un poco, realmente Erik se esforzaba mucho por ella y por la guardería.
-¿Como vas con la universidad?- pregunto de repente, así como Erik se preocupaba por ella, ella velaba por el futuro del chico.
-Pues... me va como me tiene que ir- dijo el chico concentrado aun en las sillas.
-Estas yendo cuando hay que ir, ¿verdad?- el chico asintió aun centrado en pintar- ¿Estas aprobando todas tus materias?- volvió a intentar la chica.
-Por supuesto- hablo al darse cuenta que de otra manera la chica no dejaría de hacer preguntas, hasta estar segura que le decían la verdad.
-Me alegro- volteo a verla y se sintió feliz al ver la cálida sonrisa que la rubia le dedicaba- Te la vives trabajando tanto y- un grito interrumpió el habla de la rubia.
Erik se levanto con pesadez, antes el único grito que lo hacia moverse era el de los niños, ahora tenia que ir a ver cada vez que escuchaba al castaño gritar, aveces eran porque solía entusiasmarse con facilidad y otras como este era el caso, hacia extrañas hazañas que terminaban con el en el suelo y lastimado.
Raven sonrió con ternura al ver como Erik se acercaba al menor para ayudar a levantarlo y para revisar que no se hubiera lastimado nada.
Charles le agradeció con un puchero en los labios, algo orgulloso, pues casi no le agradaba que el chico le ayudara, ya que después le molestaba o le recriminaba con sus errores y tropiezos.Para su sorpresa Erik lo ignoro, yendo de nuevo detrás del preescolar. Raven le informo que hacia el cobrizo y el castaño fue a buscarlo.
-¡Déjame ayudarte!- le grito ni bien lo vio.
-Haz lo que quieras- le dijo resignado al ver que el menor ya tenia una brocha en la mano y un mandil puesto, cortesía de Raven.
El castaño en ves de ofenderse sonrió, se sentó a su lado y agarro una silla para empezar con su labor y pintarlo de un bonito color verde.
Los trazos de la brocha de Erik eran parejos, con precisión y delicadeza, se esmeraba para pintar lo mejor posible y que así no hubiera desperdicios de pintura. Por su lado los de Charles eran disparejos y pintaba sin delicadeza, casi parecía un juego mas para el y no un trabajo.
A Erik le empezó un tic en el ojo al darse cuenta de eso.
-Hay algo que quiero preguntarte- el cobrizo se mordió el labio tratando de aguantar el mayor tiempo posible, para no gritarle al menor.
-Guarda silencio y sigue pintando- hablo cuando se tranquilizo un poco- Si tienes tiempo para hablar, entonces no estas trabajando como debes- le reprendió con su mirada en la silla.
ESTÁS LEYENDO
Xavier
FanfictionCharles llega a la tierra con el único propósito de cumplir su misión y realizar su deseo. AU