Son las madrugadas como ésta las que me hacen pensar en ti. Cuando después de llorar no hay quién limpie mis lágrimas y los que dicen conocerme creen que releí el el final del aquél libro...
Me hace falta tu espíritu a mi lado cada noche, alguien con quién hablar hasta las cuatro de la mañana, éstos son los momentos en los que te extraño y te recuerdo como fuiste los últimos días, atento y cariñoso, cuidabas cada detalle... Pero ya era tarde.
Aún me pregunto si escribirte de nuevo es buena idea y vuelvo a temer que terminemos igual; sin interés y buscando en alguien más lo que en nosotros volveremos a extrañar.
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Letras Sueltas
De Todo¿Qué hay dentro de la cabeza de una chica de 18 años? Con la esperanza de poder vivir de letras, vomito mis sueños y ocurrencias en éste rincón.