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Dos mujeres chocaban sus armas tratando de herir a la otra. Jessie tenia algunas leves heridas en su pecho, brazos, frente y abdomen. Jane era la que más herida estaba, su hermana logro hacerle carias cortadas profundas en su pecho. Ambas, cubiertas de sangres golpearon una vez más sus armas, el machete de jane salio volando por los aires. Su hermana acababa de dejarle desarmada, una patada de parte de la mujer lanzo a Jane al suelo. Su cuerpo no resistía otro golpe, se sentía débil y su cansancio le estaba quitando su resistencia

Jessie avanzo recogiendo el machete. La pelinegra se retorcía de dolor en el piso, trato de levantarse, pero su cuerpo no respondía a sus órdenes. La mujer alzo su arma con su hoja apuntando hacia el tórax de Jane, estaba dispuesta a acabar con su vida.

—Que tengas dulces suelos, querida —dijo la reina con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Jane! — La voz masculina del pelinegro retumbo en toda la sala.

La reina giro despistándose de la contraria, el sonido de una detonación hizo eco. Un pequeño orificio en su pierna derecha la hizo caer. Jane había disparado con su pistola guardada.

Como pudo, corrió hacia el pelinegro abrazándolo. Jeff rodeo sus brazos por su cintura, observando su rostro, que estaba manchado de suciedad y sangre.

—¿Estas bien? —pregunto el pelinegro.

—estoy en perfecto estado — la joven sonrió levemente.

Jeff se sintió agradecido al ver viva a la contraria, tomo sus mejillas limpiando la sangre de ellas. Jane le brindo una sonrisa, un completo silencia entre ambos se hizo presente. Jeff comenzó a acercar sus labios a la contraria, unos centímetros los separaban de poder besarse. Un doloroso empujón, que lo hizo caer al suelo, viendo su peor pesadilla.

La pelinegra tenia las garras de su propia hermana atravesando su vientre, de su boca expulso sangre. Jeff quedo paralizado en su lugar, contemplo como las garras de la mujer salían del cuerpo de Jane, quien caía al frio suelo.

La reina comenzó a reírse, su plan había salido a la perfección, su odio triunfo. El eco de sus carcajadas se detuvieron de repente, un brazo atravesó su pecho arrancando el corazón de su cavidad torácica, su vista visualizo su corazón latente. Volteo su cabeza topándose con Zalgo y su corona decorando su cabeza.

—Te dije que las ibas a pagar —dijo Zalgo.

Cayó al suelo a un lado de el cuerpo de su hermana moribunda. El alma de Jessie había abandonado su cuerpo, sus ojos se apagaron y sus garras desaparecían conjunto a todo odio y rencor contra su hermana Jane.

El grupo que batallaban contra los diferentes ejércitos aparecieron por las puertas, algunos heridos y otros cubierto de la sangre de sus enemigos.

Todos se aproximaron deprisa a una joven pelinegra, que Jeff tenia en sus brazos.

—¡¿Jane?!— gritaron al unísono los recién llegados.

Su respiración era débil, su cuerpo comenzaba a tener leves convulsiones. Sus ojos a penas podían mantenerse despiertos.

—Jane, quedate conmigo —El pelinegro sollozaba mientras se aferraba al débil cuerpo de Jane.

Nina coloco sus manos en la gran herida, intentando parar su hemorragia. Todos los jóvenes y el mayor derramaban lagrimas, al ver a la frágil joven.

—E-estoy bien, me encuentro de maravilla — dijo Jane con su tono de voz sin energía.

—No hables, te vamos a curar y tu vas a poder seguir con nosotros —Interrumpió Nina derramando varias lagrimas, que se mezclaban con sus manos cubiertas de sangre.

—Por favor no te vaya —imploro Jeff.

La joven con sus últimas fuerza, acerco sus manos a las mejillas del joven, con su pulgar limpio algunas de sus lágrimas, arrimo sus labios contra los del pelinegro. Un primer y ultimo beso los unió declarando sus más sinceros sentimientos.

Su cuerpo cayó totalmente inerte, su pecho quedo inmóvil y sus ojos se cerraron, a la vez que dejaba que su ultimo respiro escapara por sus labios. Jane Arkensaw se había ido.

— ¡No, no, no... Despierta Jane! —Jeff sacudió su cuerpo.

— Jeff... ¡Jeff se ha ido! —dijo Jack colocando su mano en el hombro del contrario, escuchando su sollozo.

—¡No puede acabar así! — Exclamo Slenderman —. Zalgo, por favor —

Zalgo cargo el cuerpo sin vida de Jane, camino con prisa a un túnel subterráneo del castillo. Los presentes siguieron sus pasos cargados de tristeza. Sus corazones estaban encogidos golpeando sus pechos. El hombre entro en una cueva, se podía observar un pequeño lago de color azul brillante. Zalgo dejo el cuerpo de Jane cuidadosamente en el lago.

—Denme un cuchillo — Ordeno el hombre de cuernos.

Jack ofreció el suyo, Zalgo lo tomo y extendiendo su brazo a las aguas, corto su antebrazo logrando que su oscura sangre se derramase. El lago empezó a moverse con furor, unas manos sujetaron el cuerpo de Jane sumergiéndola en lo más profundo de las aguas.

—¿Volverá? —pregunto Jeff.

—Si es una muerte injusta volverá, si no lo lamento Jeff —dijo Zalgo, sentándose en una roca de allí.

El grupo completo tenían que esperar pacientemente, una difícil espera para los ansiosos. Todo quedaba en las manos del destino.

 Todo quedaba en las manos del destino

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¿Mє αмαѕ σ Mє σɗιαѕ? [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora