¿Mє αмαѕ σ Mє σɗιαѕ? [Fanfic]

1

En una fría noche de tormenta, se encontraba una chica de cabellos negros tapando su rostro con una gran mascara. Como lo hacía todas las noches en busca de su asesino, al que juro algún día matar.

—Te odio— Murmuro para ella misma.

A pesar de soltar su gran odio con sus palabras, no lograba cesar ese gran dolor interior.

Por otra parte el chico de sudadera blanca se encontraba observando desde lejos a aquella chica, apoyado en un árbol, todos los sentimientos que sentía al ver aquella chica se alborotaban demasiado con solo visualizarla.

« Tsk, no puedo creer que todavía siento cosas por ti »

Pensó para si mismo.

Luego de unos minutos de estar tanto tiempo allí, algo lo sorprendió, la chica se encontraba tirada en aquel mojado piso. Con un paso acelerado, se acercó preocupándose sobre aquella muchacha.

El chico de la boca cortada, la cargo con delicadeza como si de una princesa se tratara, llevándosela hacia un lugar seguro.

— No puedo creer que este haciendo esto, o sea, yo Jeff the killer, ayudando a una chica que todavía me quiere matar— dijo el joven reflexionando en voz alta.

El camino se había tornado silencioso, solo se podían escuchar el sonido de la lluvia chocar contra la tierra y el aroma a tierra mojada. Jeff estaba caminando tranquilo hasta que Jane abrió sus ojos reaccionando con rapidez logrando que los dos se estremecieran, cayendo al mojado suelo. Jane demoro en recomponerse hasta que sus ojos habían captado al asesino que buscaba.

— ¡Tu, Maldito bastardo! — Exclamó furiosa, abalanzándose para atacarlo directamente.

Jeff al notar esto, retrocedió esquivándolo rápidamente chocándose con un árbol detrás de él.

—¿Que tal amiga?— Dijo soltando un risa nerviosa.

—¡No soy tu amiga!— Exclamó.

— Y yo pensé que si lo eras —

Jane no respondió, trataba de herirlo moviendo su cuerpo con agilidad pero, no lo conseguía, Jeff era muy astuto y parecía que adivinaba todos sus movimientos. La joven se encontraba muy débil, hacía unos tres días que no comía y descansaba. Su cuerpo no pudo aguantar más cayendo rendida a unos pies del pelinegro.

El joven se desconcertó, rápidamente tomo impulso hacia adelante logrando poder alcanzar a la joven antes que su rostro chocara con el húmedo suelo.