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Jane despertó exaltada, sintió la suavidad del colchón de una cama, su mirada divago por toda la habitación. Era su habitación antigua, destapo su cuerpo y confirmo que no tenia ninguna herida. Camino hasta el baño de su pieza para seguir investigando, miro el espejo encontrando su rostro totalmente limpio, no tenia ningún indicio de heridas o quemaduras, sus ojos estaban de un color verde oliva y su cabello volvió a hacer de su color original, castaño.

Unos toques en su puerta, la hicieron sobresaltar de su lugar, avanzo hasta allí topándose con su hermana, tenia sus ojos marrones y su cabello era igual de castaño que el de ella, el aspecto demoníaco que recordaba, ya no se encontraban en la chica.

—¿Bajaras a desayunar o me como tu parte? —bromeo la joven.

—¿Jessie? —pregunto una Jane confundida.

—¿Quien mas seria? —respondió con pequeñas risas.— Papá y mamá te están esperando para desayunar —

—¿Papá y mamá? —La de ojos verde tomo su cabeza con una de sus manos. Se encontraba demasiado confundida

«¿Todo fue un sueño?»

Pregunto para sus adentros, la voz de su hermana llamándola por su nombre la sacaron de su burbuja de dudas.

—¡Jane! ¿Te golpeaste otra vez la cabeza? — la miro arqueando una de sus cejas.

Jane tomo la mano de su hermana y bajo de inmediato hacia el comedor. No podía creer lo que veía, sus padres estaban sentados en la mesa con el desayuno servido, sus verdes ojos no demoraron en llenarse de lágrimas. La joven se apresuro a abrazar a sus padres. Estos la miraron confundidos apuntando su mirada a la menor, Jessie levanto sus hombros tomando asiento.

—Definitivamente se golpeo la cabeza — dijo la menor clavando el tenedor en uno de sus pancakes.

—¿Querida? — pregunto su madre, rompiendo el abrazo de Jane.

Jane se separo de sus padres, limpio sus lagrimas, teniendo la mirada de los contrarios en ella.

—Creo que solo tuve una pesadilla —aclaró la joven.

—Una pesadilla se borra con este rico desayuno que hizo tu madre — su padre alzó la voz levantando una porción de su panqueques a los aires, logrando sacar unas carcajadas de las mujeres.

Jane esbozo una gran sonrisa al ver nuevamente a su familia reunida, pero fue interrumpida por un fuerte dolor agudo que azoto su cabeza, obligando a la joven tomarse su cabeza cerrando sus ojos.

Cuando la migraña desapareció, la castaña abrió sus ojos. Una densa oscuridad envolvió su antigua casa, volvía a tener el dolor en su cuerpo y su vientre quemaba. Unas luces captaron su atención, avanzó hasta allí llegando a lo que parecía ser la cocina de su casa, tres personas la estaban esperando.

—Llegaste —hablo la mujer.

—Que pronto, pensaba que llegarías más tarde —La voz de su padre resino en el vació.

La joven pelinegra quedo atónita, sus padres nuevamente estaban adelante de ella. Vestían ropas claras e irradiaban una tenue luz alrededor de sus cuerpos. Su hermana se encontraba sentada en el aire, no podía ver ningún asiento sosteniéndola.

—Papá, mamá aún no es su hora —interrumpió Jessie, también irradiaba aquella luz.

—Tienes razón Jessie, Jane es hora de que te vayas —ordeno su padre.

—Estaremos esperándote —aseguro su madre.

Sus padres dieron algunos pasos, brindándole un ultimo abrazo, Jessie en su pequeña lejanía sacudió su mano, saludándola mientras en su rostro estaba dibujada un sonrisa de felicidad.

—Me tendrás que comprar chocolate cuando vuelvas —bromeo la jovencita de atrás.

Jane no podía articular ninguna palabra, sintió un suave empujo departe de sus padres, pensó que chocaría contra el suelo, pero un agujero se abrió consumiendo a la pelinegra. Veía a sus padres y hermana saludándola desde lo más alto, lagrimas salieron de sus ojos, la felicidad de haber visto a sus padres y hermana, hacían latir su corazón con fuerza. Dejo descansar su cuerpo y ojos, dejándose seguir cayendo.

«No fue una pesadilla, era la realidad»

El burbujear repentino interrumpió el tranquilo lago, Zalgo corrió adentrándose, llegando a donde estaba el cuerpo de Jane

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El burbujear repentino interrumpió el tranquilo lago, Zalgo corrió adentrándose, llegando a donde estaba el cuerpo de Jane. El color del lago se había teñido de un colo rojo brillante. Los ansiosos espectadores se aproximaron a la orilla del lago.

Zalgo ayudaba a incorporarse a una joven pelinegra, quien abrió sus ojos, escupiendo algunas gotas de agua que había consumido.

—¡Revivió! —gritó Ben, emocionado.

Zalgo tomaba el brazo de Jane, ambos caminaban a la orilla. La heridas habían sanado completamente, las quemaduras ya no decoraban su pálido rostro.

—¡Jane, estas viva! —Una feliz Nina celebraba conjunto a los demás su regreso.

La pelinegra limpio su rostro de diminutas gotas, sus ojos se abrieron dejando ver su color original.

—Y con preciosos ojos —dijo Jack, recibiendo las miradas fulminantes de dos "The killers"

—Siento que me pasó un camión por encima —hablo con suaves palabras.

Jeff se aproximó tomándola de su cintura, sus ojos estaban rojos por haber llorado la perdida de la pelinegra. No pudo resistirse y pego sus labios con la de su contraria, sentía miedo a ser rechazado, sintió los labios mojados de Jane. La ojiverde acepto sus sentimientos, fundiéndose en un delicado beso.

—Métete al agua, te dejare donde estabas — dijo Zalgo, tapando sus ojos al ver aquella escena romántica. Un golpe de Slenderman lo hizo sobarse su nuca.

¿Mє αмαѕ σ Mє σɗιαѕ? [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora