Me dediqué a perderte. (Gemelier)

Capítulo 9; te quiero, Andrea.

*Narra Andrea*

Llevaba y casi una semana saliendo con Dani. Nada nuevo. Una pareja normal que se quiere pero con las diferencia de que él es jodidamente perfecto y yo... bueno yo... yo sigo siendo una del montón. Y si algo falla en esta corta relación es la poca seguridad en mi misma. Dani es tan Dani. Las puede tener a todas y mañana empieza el instituto donde verá a esas todas. Quizá debería comentarle esto, si, debería comentárselo. Es mi novio. Es mío. Debería saberlo todo de mi.

Le mando un WhatsApp y antes de recibir una respuesta comienzo a vestirme para quedar con él.

En menos de cinco minutos apareció en mi puerta.

-¿Donde quieres que vayamos? ¿Sabes? Te hechaba muchísimo de menos. ¿Vamos al parque? Tengo aquí veinte euros... Si quieres te compro algo! Ya se... ¿VAMOS A CINE?-dijo efusivo.- TE QUIERO ANDREA.-gritó como si se estuviera liberando de algo.

-Mmm, ¿seguro?-dije replanteandome si debería decirle lo que tenía pensado o no.

-Mmmmm.-me besó, como aquel beso que nos dimo por primera vez por dar, enfadados pero en realidad sin enfadar. Y ahora enamorados o eso creía o eso sentía o eso quería. Bueno no se si creo, siento o quiero esto. Estoy hecha un lío.- ¿Te lo demuestra este beso?-no respondí.-ANDREA! ¿QUÉ TE PASA? ¡HABLAME!

-¿De verdad merece la pena estar conmigo? Piensalo Dani. En escasos meses saldrás en televisión y con esta cara y esta forma que ser conquistaras a media España, y yo probablemente acabe en una más, encerrada en mi cuarto, llorando, porque fui novia de un cantante de pop que ahora no me quiere ni ver.

Dani sonrió y me susurró:

-Si alguna vez hago eso. Aprieta esto. *Me dio su collar* Y recuerda, que si te he dejado es por gilipollas, y que siempre te voy a querer, siempre. Que si lo dejamos es por ti o por mi orgullo. Pero no pensemos en acabar cuando acabamos de empezar. Pero pase lo que pase y acabemos como acabemos te voy a seguir queriendo aunque lo oculte. ¿Vale?

Mis dudas se acabaron en el instante en el que acabó estas palabras y me volvió a besar. Me colocó el collar con una D de Dani y sonrió.

Iba a disfrutar de él hasta el último momento de la relación, que ojalá y fuera larga.

...

Volvía a casa contentisima después de haber pasada la mejor tarde de mi vida con el mejor chico del mundo entre besos y risas, cuando de repente pasé por el parque para dar un paseo antes de volver a mi casa y...

-Clara... ohh clara, que guapa has venido. Te has arreglado demasiado para venir a dar una vuelta al parque, ¿no? Da igual tu siempre estas preciosa como si hubieras venido en chándal.

La gente miraba asombrada a aquel joven de unos 15 años y de buen aspecto, hablando sólo. Andrea no sabía que hacer, pero decidió no acercarse y observar la escena escondida.

-Ohh, ¿qué te tienes que ir? Bueno dame un último beso pequeña.- decía Jesús mientras besaba al aire.

Jesús se sentó en el césped y le hizo adiós con la mano a la nada. De repente sacó el móvil y gritó muy alterado que viniera ya, que se encontraba fatal, que acababa de actuar como si Clara estuviera incluso sabiendo que no está, que necesitaba de esa persona.

*Narra Jesús*

He parecido gilipollas en medio del parque, pero necesitaba recordar que se sentía al quedar con ella, me encuentro mal me ha dado el bajón y es en estos momentos cuando necesito de Erika y de nuestro secreto.

La llamé y apareció a los cinco minutos.

Sacó el paquete de tabaco y lo abrió.

-¿A medias?-Dijo sonriente y preciosa, se parece tanto a Clara...

-No, hoy necesito uno para mi sólo.- Dijo Jesús con lágrimas en los ojos.

Sacó el mechero y cuando di la primera calada escuché una voz demasiado conocida decir llorando a moco tendido:

-JESÚS, ¿QUÉ COÑO HACES?