{8} Meticuloso Engaño

527 33 3
                                    

'El vacío en tu interior, nada puede llenarlo

Ya nada puede salvarte, estás condenado'


—¡Sia! —La imagen de mi amiga recostada en su cama apareció en la pantalla de mi computadora al instante que acepté su videollamada —¡Hasta que te encuentro en línea!

—Lo siento, no tuve mucho tiempo para Internet últimamente — Respondí, sonriendo ante el entusiasmo que ella evidenciaba en su rostro.

—Por supuesto que no. Lo entiendo, totalmente — Asintió y me guiñó un ojo, indicando que sugería algo más de lo que sus palabras pronunciaban.

—Bien, ya me das miedo ¿Qué está sucediendo? — Me reí.

—Eso es lo que yo te pregunto a ti, pequeña Sia... ¿Por qué no nos dijiste nada sobre el chico guapo de trasero caliente?

Apenas oí esa pregunta emitida a través del parlante, pensé en Justin enseguida. Era el único chico que había llegado a mi vida recientemente y además la descripción que aludía mi amiga se amoldaba fácilmente a él.

—Porque no hay nada para decir. Es solo mi vecino — Mentí, y aunque no estábamos una frente a otra, sino conectadas por medio de un ordenador, en mi pecho se extendió la sensación de culpa por haberlo hecho.

—¿Segura? ¿Solo tu vecino? — Continuó interrogándome, su expresión comenzó a denotar fastidio debido a mis evasivas —Varias personas en la fiesta te vieron con el sexy chico misterioso, Mike en primer lugar.

—¡Oh, Mike! —Exclamé, recordando de repente la conversación que había quedado pendiente entre él y yo —Necesito hablar con él.

—No creo que él quiera hablar contigo — Mi amiga negó con la cabeza —No después de lo que pasó. Su corazón está roto.

—¡Pero es que fue un malentendido! — Expliqué —Mike malinterpretó la situación.

—¿También malinterpretó el hecho de que tu "es-solo-un-vecino" lo amenazara?

Guardé silencio durante unos segundos, la estupefacción me había aturdido. Observé la pantalla que exhibía la seria expresión de mi amiga. Carraspeé, intentando encontrar mi voz para articular los enredados pensamientos de mi mente.

—¿Qué? — Exhalé —¿Justin hizo qué?

—El día después de la fiesta, como si Mike no se sintiera ya lo suficientemente humillado, ese tal Justin que dices se presentó en su porche y le advirtió que se mantuviera alejado de ti... Mira, Sia, al principio pensé que era divertido, pero ahora que hablo contigo me doy cuenta que Brian tenía razón, estás rara y no en el buen sentido. Me estoy empezando a preocupar...

—Estoy bien — Afirmé, interrumpiéndola. Una vez más, aquello era una mentira.

Mi amiga se acercó a la pantalla y pude sentir la intensidad de su mirada aún cuando era a través de una computadora.

—Bien... ¿Sabes? Creo que necesitamos una noche de chicas ¿Qué te parece que nos juntemos todas en mi casa esta semana? — Sugirió.

Antes de que pudiera contestar a su oferta, la potente voz de mi madre retumbó en las paredes de la casa, llegando hasta mí:

—¡Alessia! ¡Ven, rápido!

El efusivo llamado me alertó, así que me despedí rápidamente de mi amiga antes de apagar el portátil y encaminarme a la sala de estar, donde se encontraba mi mamá.

—¿Qué ha ocurrido? — Pregunté, encontrándola de pie en el medio de la habitación, ostentando una gran sonrisa.

—Llegaron éstas para ti... — Avisó, extendiendo su brazo para ofrecerme dos sobres.

Mi vecino es un vampiro -  «Nueva Edición»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora