Mi mate, el tío de mi primo.

XI

Despierto gracias a los rayos de sol que se filtran por la ventana, parpadeo un poco para aclarar mi vista, con mis manos toco la otra parte de mi cama pero Damon no esta.
Me levanto de ella, me estiro y escucho como algunos de mis huesos crujen, el sueño de ayer estuvo un poco loco pero gracias a él pude salir de aquella pesadilla, miro mi despertador y aun es muy temprano para ser sábado, empiezo a escuchar algunos murmullos abajo.

-Alex baja, Edwin esta aquí- me sorprendo hace mucho que no veo a mis primos ni a mis tíos,salto de la cama, me arreglo un poco antes de bajar en pijama, corro hacia el pasillo para poder bajar las escaleras, llego al ultimo escalón donde puedo ver a mi tía y mis primos, Edwin es mucho mas alto que yo y Sabier es un poco mas pequeño de edad pero se ve alto, corro y abrazo muy fuerte a Edwin, sonrió sin que me pueda ver.

-Te extrañe tanto - le digo mirándolo, el es unos meses mas chico que yo pero desde pequeños hemos vivido juntos hasta que sucedió lo del ataque, saludo a mi tía con un fuerte abrazo.

-Y mi tío?- pregunto.

-Esta con tu padre en el despacho-  me responde con una sonrisa.

-Esperen un momento mientras me cambio para dar un recorrido a la manada- les digo muy entusiasmada.

-Muchas cosas han cambiado aquí- grito ya subiendo las escaleras para ir a mi cuarto a cambiarme.

Decido darme una ducha rápida, salgo del baño y me encamino hacia mi closet para tomar unos pantalones oscuros y una blusa a cuadros de colores verde y café, tomo un conjunto de ropa interior limpia, me cambio lo mas rápido que puedo, decido ponerme mis vans negros, cepillo mi cabello y lo dejo suelto, pinto un poco mis cejas y escojo usar un color carne en mis labios, pongo un poco de perfume, tomo algo de dinero de mis ahorros, mi celular y las llaves de mi moto.
Bajo de nuevo las escaleras, giro hacia el despacho y toco dos veces.

-Quien?- escucho la voz de mi padre.

-Puedo pasar?- le digo muy impaciente, veo como se va abriendo poco a poco la puerta y puedo observar a mi tío parado enfrente del escritorio de papá, corro lo mas rápido que puedo y le doy un largo abrazo.

-Te extrañe muchísimo - le digo al borde de las lágrimas.

-Vamos Alex no llores, le comentaba a tu padre que nos quedaremos un largo tiempo por acá- lo miro muy sorprendida.

-Eso es como unos 100 años?- le digo bromeando.

-Casi- él es alto al igual que papá, de tes blanca y de cabello castaño.

-Edwin y yo daremos un paseo por la manada, regresamos mas tarde- les digo saliendo del despacho, camino hacia la sala y veo a Sabier dormido en el sillón individual.

-Regresamos más tarde, iremos a dar una vuelta - les digo tomando los 2 cascos del mueble.

-Con mucho cuidado- me dice mi tía, tapando a Sabier con una manta, salimos por el patio, le doy una de los cascos a Edwin para que se lo pongo, quito la manta que cubre la mato, le pazo un trapo para quitar el poco polvo que tenga, introduzco la llave para prenderla y acelero un poco para que se caliente ya que tengo unas semanas sin usarla, ya que estoy arriba me pongo mi casco y le hago una señal a mi primo para que se suba, arranco hacia la carretera para poder llegar al pueblo primero, observo el hermoso paisaje, como algunas gotas caen de las hojas de los árboles más cercanos a nosotros, como los árboles se mueven al compás del aire.
Llegamos al pueblo, estaciono la moto en el estacionamiento del pequeño centro comercial, entramos y Edwin me cuenta sobre los viajes que hizo en todo este tiempo, compramos un helado y damos varias vueltas mientras platicamos de temas tribales y entramos a distintas tiendas, salimos del centro comercial y nos encaminamos hacia la manada, el atardecer se ve hermoso sus colores amarillos, naranjas y hasta logro ver un poco de morado, increíble.