Familias

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2006 México, la Tierra

Aire acababa de hablar con Viento, su hermano le había contado lo ocurrido al otro lado de la grieta, una científica había revelado su existencia, la misma que vivía en la casa que fue construida sobre esta, sin embargo esto no era el verdadero problema, esas personas eran sensatas, pero en la Tierra el ambiente era distinto.

-¿Qué podemos hacer?- cuestionó Viento.

-Primero veremos lo que han decidido- respondió Aire.

Una pequeña multitud rodeaba al edificio blanco, en el patio de este habían instalado un estrado, un presentador hablaba dando a conocer que el alcalde daría un anuncio sobre aquella casa.

-Esperemos que la vayan a demoler, esa casa es del diablo- susurró una mujer a otra. Todas las personas que escuchaban murmuraban cosas referentes a aquella construcción.

-Pero es una casa muy bonita- dijo una niña de nueve años a su madre, que estaban en la multitud, su hermano mayor la miró de manera extraña.

-Es sólo un edificio vacío- dijo este.

-Tranquila Rocío, no creo que será eso lo que va a pasar- la tranquilizó su madre.

-En realidad, creo que eso es lo que va a pasar, Raquel- respondió su esposo, que cargaba a una niña menor que Rocío.

-Fernando, no asustes a la niña- le respondió la señora.

Rocío miró al suelo triste.

-Así que quiero aclarar estimado pueblo, que se ha decidido que se determinará...- el alcalde fue interrumpido en este momento de su discurso. Una mujer le entregó un papel.

El alcalde lo tomó y leyó rápidamente, un poco enojado miró a la mujer. Esta asintió con suficiencia.

-Nadie puede atentar contra esta estructura- dijo el alcalde por el micrófono -Debido a la confirmación de su antigüedad de cinco siglos desde su construcción, es considerado patrimonio histórico de México, y está protegido... Aunque no lo parezca- susurró esto último y bajó del estrado desanimado.

Viento y Aire reconocieron a la mujer, era la científica que vivía junto a su familia en aquella casa.

La vieron dar un salto de felicidad con el papel que el alcalde le había devuelto bruscamente, esa mujer pensaba en todo, incluso no tuvieron que intervenir ellos dos en aquel momento. La vieron marcharse y desaparecer entre la multitud que se encontraba totalmente desconcertada de la noticia.

-Esa señora impidió que destruyeran el edificio- dijo la niña de nueve años.

-Te dije que todo iba a estar bien Rocío- respondió su madre- la familia entró en su casa, que estaba justo enfrente del edifico blanco.

Aire entró a husmear que es lo que había pasado.

Lamerica, la otra Tierra

Carmina del Río se sentaba satisfecha en su sillón.

-Lo conseguí Dante ¡Lo conseguí!- lanzó sus brazos al aire. Su esposo sentado en la silla frente a la mesa la miraba sonriendo.

-Bueno, ahora que ya sabemos que si se destruye la casa se abre el portal y ambos universos se consumen ¿Así que porque no lo tapamos?- dijo Dante pensativo.

-Eso no es posible- Carmina se levantó del sillón, tomó su mochila y sacó de ella una taza que había traído del universo paralelo, lo puso sobre la mesa frente a su esposo.

-Verás, para la existencia de un universo deben de haber ciertas condiciones, son muchos factores los que influyen, nuestro universo tiene muy buenos factores pero tiene otros tantos que lo dejan en desventaja, y esto lo haría tener tan poco tiempo de vida que se destruirá rápidamente- la taza desapareció de la mesa.

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