Sorpresa

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Esa misma noche llegaron a la casa de sus ahora difuntos amigos en el auto de Todoroki. Ambos tenían llaves de aquella gran casa dadas por sus respectivos mejores amigos antes de su fallecimiento, por lo que no les fue nada complicado entrar.

El bicolor encendió las luces y contemplaron en silencio la entrada de aquel hermoso hogar que construyeron sus amigos. Esa casa en la que habían visto tantas veces a aquellos padres jugando con su pequeña por los pasillos, ahora se encontraba en silencio y deshabitada.

Sus pensamientos vagaron en los últimos sucesos ocurridos.

Luego de ambos haberse calmado en la oficina policíaca, dieron el número de los familiares más cercanos que conocían a los oficiales.

Entonces pidieron información para contactar con los servicios sociales. Sin embargo, Los agentes tardaron varias horas en hacer caso a su petición y solo fue porque Bakugo había empezado a gritar a todo aquel que no le diera una respuesta sobre la ubicación de su sobrina.

Les habían pedido entonces que se retirarán, o tomarían acciones en contra del rubio por: 'alteración del orden publico'.

Bakugo habría seguido gritando y insultando si no fuera porque el bicolor le pidió que se retirarán de ahí, y es que ambos estaban realmente cansados (Uno ocultandolo mejor que el otro) por las altas horas de la noche, y tal vez podrían hacer algo por su cuenta para contactar a Eimi sin seguir perdiendo el tiempo ahí.

Antes de salir de aquella comisaría, el primer agente que había conversado con Todoroki se acercó a este mismo para tenderle una pequeña tarjeta con el número de los servicios sociales que se encargaban de la pequeña.

Bakugo casi vuelve a explotar de furia en ese momento.

¡¿Tan condenadamente difícil habia sido hacer eso para esos incompetentes agentes?!

Aquel uniformado susurró hacia Todoroki que al ser ellos dos sólo amigos de los padres y no tener ningún lazo de sangre con ellos, no podían darles tan fácilmente la ubicación de la bebé. Pero aún así aquel amable oficial le ofreció el número con el que podrían contactar con los que ahora tenían a su 'sobrina'.

Luego, Todoroki propusó ir a la casa de sus difuntos amigos pues su apartamento quedaba lejos al igual que el del rubio y la gran casa que tenían Midoriya y Kirishima estaba más cerca por lo que pasarían la noche ahí.

Ahora tenían que buscar la dirección del lugar en donde estaba la infante.

El heterocromático cerró la puerta detrás suyo para luego adentrarse a la sala de estar junto al rubio.

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"!N-no! ¡No entiendo porque no podemos verla esta noche!" Todoroki gritaba frustrado hacia el aparato que tenia en mano. "¡Me trae sin cuidado el protocolo! Esto es-" Calló al escuchar la voz de la señorita la cual empezaba a odiar. "Si" Suspiró con resignación al haber intentado ya por tercera vez eso. "Si, esperare en esta línea" Apartó el móvil de su oído para luego dejarlo sobre la mesita frente a él.

Bakugo lo observaba sentado en el sillón.

"No piensan hacer nada hasta mañana a las 8 de la mañana" Farfulló con molestia el bicolor mientras cruzaba los brazos sobre su pecho para darse un poco de calor, estaba empezando a alterarse.

"Vale, vale" El rubio trato de calmarle con suave voz mientras se levantaba de su puesto. "Seguro que está bien" Observó directamente a los cansados y preocupados ojos heterocromáticos. "Mira, nos quedamos a dormir" Propusó. "Así si llaman pronto, estaremos aquí, ¿De acuerdo?"

Eimi [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora