Snk AU| Never Alone |Rivamika

Trabajo especial

Era otro día en aquella ciudad subterránea, Levi, Farlan, Isabel y Mikasa cenaban como ya era costumbre.

-Levi, cuando ustedes fueron a dejar el dinero a los vecinos un señor dejó esto- Mikasa le entregó al mayor un sobre.
-...- el azabache abrió el sobre para encontrar un papel escrito en su interior -¿un trabajo?-
-¿De qué se trata?- preguntó Isabel.
-Quieren que nos juntemos con él mañana al medio día para hablar sobre eso-
-Bueno no perdemos nada con ir, puede que nos paguen bien- Isabel siempre era la más positiva de los mayores.
-Bien, pero este sujeto es peligroso, es el líder de los negociantes del subterráneo- Levi mantenía su semblante serio, volteó a ver a Mikasa -Mikasa se queda aquí, limpiando-
-Pero hoy limpiamos todo...-
-Nunca será suficiente- Levi miró a la menor con un rostro que causaba temor.

Al día siguiente Mikasa se despidió de los demás para luego comenzar a limpiar, tras terminar estaba agotada y no resistió el quedarse dormida intentando esperar la Levi, Isabel y Farlan.

-Awww... se quedó dormida, que ternura...- Isabel tomó a Mikasa en sus brazos.
-Cuando despierte hay que hablarle sobre nuestro trabajo, espero que se lo tome bien- Farlan dejaba su abrigo en una percha, habían llegado de noche y estas eran bastante frías.
-La llevaré al cuarto, debe estar agotada- Isabel llevó a la menor al cuarto que ambas compartían desde la llegada de la mayor.

No pasó mucho tiempo para que todos se fueran a sus respectivas camas, Mikasa se despertó en medio de la noche debido a que se durmió antes de la hora correspondiente, ahora no tenía sueño, salió del cuarto en silencio para no despertar a Isabel y fue a la cocina, no había comido nada desde que los mayores salieron por el día y tenía la esperanza de encontrar algo comestible.

-¿Qué haces levantada a esta hora mocosa?- Mikasa dio un pequeño salto del susto, Levi estaba sentado en una de las sillas del comedor tomando su preciado té negro.
-Tengo hambre- La niña siguió la labor de buscar comida ¿Pedirle a Levi que cocine algo? Eso era suicidio.
-Farlan te dejó galletas en el estante- mentira, él mismo fue quien dejó galletas para Mikasa, la conocía muy bien y sabía que había gastado todo su tiempo limpiando, bien gastado por cierto, pero sin dejarle tiempo para comer.
-Gracias Levi- dijo Mikasa para luego comer las galletas, no solo Levi conocía a Mikasa, ella lo conocía a él y sabía que nunca admitiría el haberse preocupado por ella. La menor se sentó al lado de Levi.
-Escucha mocosa, seré directo...- el mayor evitaba mirar a Mikasa -nos han ofrecido una vida en la superficie a cambio de un favor-
-¡Genial!, ¿cuando nos iremos? Ya quiero volver...-
-No interrumpas, tenemos que llamar la atención de La Legión de Reconocimiento y unirnos a ella, y allí no admiten menores, no puedes ir con nosotros...- las ultimas palabras fueron las que más impactaron a la menor -pero, una vez completemos el trabajo vendremos a buscarte, mientras tanto el sujeto que nos ofreció el trabajo prometió cuidarte-
-Pero, ¿Y si él es malo?- pequeñas lágrimas salían de los ojos de Mikasa, alejarse de su famila ¿Otra vez?
-La verdad yo tampoco confío en él pero no tenemos elección, es la oportunidad de nuestras vidas-
-No...no quiero que Levi se vaya...- sin más, la menor abrazó a Levi mientras lloraba -..no quiero...-
-Mocosa...- el llanto de Mikasa mojaba la ropa de Levi, llanto es debilidad, la debilidad de Levi es el llanto de la pequeña Mikasa. No tardó en devolverle el abrazo -...prométeme que te cuidarás y no dejarás que ninguno de esos viejos de mierda te ponga una mano encima-
-No quiero... quiero estar en mi hogar... y mi hogar es con Levi, Farlan e Isabel-
-Volveremos por tí, lo juro- Levi acariciaba el cabello de la menor.
-¿Lo prometes?-
-Claro mocosa-
-Bien...- la menor se calmó para luego soltar poco a poco al azabache mientras mantenía la mirada baja -¿me escribirán?-
-Todos los días, pero cuídate Mikasa-
-Me cuidaré, ¡Nadie puede contra una Ackerman!- rara vez Mikasa mencionaba su apellido pero ese momento era especial, la manera en que Levi la cuidaba le recordaba mucho a su padre, pero a la vez era muy diferente a él.

Ambos se quedaron dormidos en la silla, Mikasa apoyaba su cabeza en el pecho de Levi mientras que Levi sostenía a la menor con ambos brazos rodeando su cintura para que no se cayera.

-Miralos, se ven tan tiernos- ya había amanecido, Isabel y Farlan ya se habían levantado para desayunar y no pudieron evitar encontrarse con ambos azabaches dormidos en el comedor.
-Ya lo creo, pero hay que despertarlos- Farlan sacudió a Levi, quien abrió los ojos de mal humor.
-¿Hablaste con ella?- Isabel preguntó algo insegura, la miraba de Levi daba mala espina.
-Si, lo ha aceptado- volteó a ver a Mikasa, ella dormía mientras sus manos se mantenían aferradas a su ropa.
-Que alivio, hoy es el día- Farlan cargó a Mikasa para llevarla a dormir a su cuarto -Hoy llega la Legión de Reconocimiento-
-Bien-

Al cabo de unas horas la menor despertó y fue sorprendida con una gran despedida de parte de los demás, faltaba una hora para que su "jefe" viniera a recoger a la niña y así ellos pudieran completar su trabajo. Mikasa no hablaba, aún trataba de asimilar todo lo que pasaría de ahora en adelante, lo había aceptado pero aún no era capaz de imaginarse una vida sin Levi, Farlan e Isabel, por lo menos pasaría unos meses sin ellos según Farlan. La hora de espera fue divertida, los mayores trataban de hacer feliz a la menor jugando con ella, dándole consejos y haiciéndola reír con cada broma posible, incluso Levi se animó a contar un chiste del cual todos rieron de lo malo que era.

Ya pasado del medio día el jefe hizo su aparición y se presentó ante Mikasa de manera simpática, y le informó a los mayores que los miembros de la Legión de Reconocimiento habían llegado y era hora de actuar.

-Cuídate mucho Mika-chan, no dejes que ningún tipo te ponga una mano encima- Farlan de despedía con tristesa de la pequeña Mikasa -Te escribiré seguido-
-Adiós Farlan- la menos trataba de contener sus lágrimas mientras miraba a su actual familia, no quería perderlos.
-Recuerda que te queremos Mikasa, por favor no nos olvides- Isabel abrazó a la azabache repentinamente mientras lloraba.
-No llores, si lloras yo lloro- demasiado tarde, las lágrimas ya caían de los ojos grises de Mikasa, Isabel se apartó de la pequeña mientras limpiaba su llanto con las mangas de su camisa.
-Adiós mocosa- Levi de mantenía serio y no miraba el rostro de la menor, no se atravía.
-Cuídalos por mi Levi, por favor...- Mikasa se lanzó a Levi para abrazarlo -...por favor, no mueran-
-Lo prometo- Levi devolvió el abrazo, una lágrima recorría su mejilla izquierza.

Al cabo de unos instantes los mayores ya se habían ido, solo quedaba Mikasa y el jefe dentro de aquella casa.

-Esperemos un momento antes de irnos, tengo que esperar a alguien- la menor asintió mientras miraba la puerta por donde su familia se había ido.

No pasó mucho tiempo y la puerta fue tocada, Mikasa se hallaba en su cuarto acomodando sus cosas para llevarlas con ella hasta que escuchó unos pasos dirigirse hacia ella, cerró su maleta lo más rápido que pudo.

-Te presento a un amigo Mikasa, aunque creo que ya lo conoces- Mikasa volteó a ver al recién llegado.
-No puede ser- murmuró la menor.
-Cuanto tiempo mi perro salvaje- ¿Era una pesadilla? Si lo era quería despertar de una vez, ese era el hombre que había empezado todo, ordenó matar a sus padres y la obligó a matar niños ¿Qué hace él aquí?

Un golpe llegó a la cabeza de Mikasa, después de eso todo se volvió negro.