Capítulo 3

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Aclaración: No soy dueño de Naruto ni de Sekirei, tampoco de cualquier personaje de otro anime/manga/videojuego que aparezca en este fic.

Capitulo 3

Era un viernes por la mañana y el sol brillaba en todo su esplendor en medio del cielo despejado, y con la brisa primaveral matutina que corría por la ciudad y sus alrededores que se encontraba en paz y quietud. Dentro de una enorme casa de cuatro pisos, un muchacho pelirubio de unos 17 años se encontraba alistándose para ir al colegio.

-Yomi, ya me voy a la escuela- Naruto cogió la mochila que tenía en el sofá, y se dirigió hacia la puerta.

-Espera Naruto-sama- La rubia se acercó al ojiazul y le empezó a acomodar la corbata.

Habían ya pasado dos semanas desde que el rubio la había conocido y durante ese periodo de tiempo, Naruto se había enamorado completamente de ella.

-Hecho- Dijo yomi

Naruto se sonrojo un poco al mirarla. Yomi sólo traía una camiseta blanca que se ajustaba demasiado a sus grandes pechos y unas bragas de algodón blancas. Por si fuera poco, los senos de la rubia levantaban la camiseta, dejando expuesto su ombligo y su bien formado vientre, también tenía varios chupetones en el cuello. Desde que hicieron el amor por primera vez, habían estado haciéndolo como conejos en época de apareamiento. Día y noche.

-Gracias- El ojiazul la abrazó, y la besó profundamente. Y ella correspondió a su beso.

Las alas de luz iluminaron todo el pasillo de la entrada y parecían aumentar de tamaño conforme el beso crecía en intensidad. Luego de un rato se separaron con la respiración agitada.

-Nos vemos más tarde Yomi-chan- Se despidió abrazándola de nuevo, para luego salir de la casa.

-Hasta luego Naruto-sama-

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-(Parece que hoy va a ser un buen día)- Naruto alzó la mirada hacia el cielo azul que tantas veces había contemplado desde el jardín de su casa, preguntándose qué le traería el día. Un día para él era el comienzo y el fin de una eternidad.

Caminaba por las calles de la ciudad con una sonrisa en sus labios, una hermosa sonrisa que llamaba la atención de cualquiera que pasase a su lado. Todas las mañanas caminaba hacia el instituto, a él le gustaba caminar, le gustaba perderse en sus pensamientos mientras se trasladaba todas las mañanas a su destino. Si había algo que le gustaba más que eso, era caminar mientras el viento rozaba su piel, le gustaba la sensación de las ráfagas acariciando sus mejillas y su nariz.

Todos los días el mismo camino, ya lo conocía de memoria. Unas cuantas calles llenas de gente, dos avenidas enormes, un parque y luego el instituto.

Naruto se detuvo de pronto delante de una tienda de videojuegos y se pegó al vidrio de la vitrina, curioseando todas las cosas que habían allí dentro.

-De verdad, es muy lindo, ¿cierto?- Escuchó un murmullo cerca de él. Al mirar, se encontró con un grupo de chicas que lo observaban sin disimular.

Él miró hacia otro lado, tratando de aparentar no haberse dado cuenta de que aquellas chicas lo estaban observando.

-Creo que ya se dio cuenta que lo miramos- Escuchó a otra chica.

-(Bien, ignorarlas no funciono)- Pensó el rubio, y no le quedo de otra más que mirarlas a ellas y sonreírles alegremente.

-Kyaaaa~, es tan lindo.. - Gritó de pronto una de las chicas, llamando la atención de muchas personas que pasaban por ahí.

-(Bueno, mejor me apuro o llegaré tarde)- Naruto se despidió de ellas moviendo tímidamente la mano, y siguió caminando, esta vez con un paso más veloz, para asegurarse de que si las chicas lo seguian, al menos, las perdería.

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