Capítulo 17

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Aclaración: No soy dueño de Naruto ni de Sekirei, tampoco de cualquier personaje de otro anime/manga/videojuego que aparezca en este fic.

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Capítulo 17

(Un día después de la "muerte" de Ikaruga – Sábado, hora 10:20)

-Entiendo, por eso han venido- Miya bebió un sorbo de té y posó la taza con cuidado en la mesa -Lo siento mucho por Ikaruga-san. No hay nada más que pudieras haber hecho-

Naruto estaba sentado frente a ella, mirándose las manos, a su alrededor estaban Uzume, Rias, Seraphim, Akeno, Yomi y Tiffania.

-Yo...- El rubio la miró y cerró las manos en puños -No pude hacer nada-

Las Sekireis de Naruto bajaron la mirada al suelo, sintiendo exactamente lo que sentía su Ashikabi.

La puerta de la sala se abrió lentamente y entró Nene sosteniendo en sus manos un objeto envuelto en una tela color púrpura. -Aquí tienes Miya- Entregó el objeto a la pelimorada y se sentó cerca del rubio -En cuanto a ti, Naruto-kun... Hiciste todo lo que pudiste. Tienes que creerlo-

Él la miró y Nene vio en sus ojos el dolor, un dolor que nunca antes había visto. Entre ellos se había derrumbado una barrera y ambos habían quedado desnudos. Expuestos

-Hiciste todo lo que pudiste, lo único que podías hacer- Dubitativamente, preguntándose si él la rechazaría, Nene le puso la mano en la mejilla y lo acarició antes de bajar la mano para dejarla descansar sobre el pecho de Naruto.

Él no la rechazó

Naruto respiró hondo, una vez, dos veces, hasta estar más calmado -Gracias..-

Nene deseaba abrazarlo hasta que se le pasara el dolor, pero lo único que podía hacer era estar allí sentada a su lado, mirándolo.

Naruto le dio una triste sonrisa, y luego miró a Miya. -Le pido de nuevo disculpas por lo imprevisto de mi visita.-

-Ah, no tienes por qué- Miya le restó importancia con un gesto de la mano. Entonces desenvolvió la tela y mostró un extraño artefacto; era una especie de perla esférica encerrada en un cristal trasparente en forma de cono grabado con un número.

Miya depositó el objeto sobre el mantel de la mesa.

-Así, que eso es el Jinki- Naruto y sus Sekirei, menos Uzume, se acercaron más al artefacto.

-Qué extraño- Naruto se echó hacia atrás, cambió el ángulo de observación, se acercó, inseguro de qué estaba viendo.

Miya agarró delicadamente el objeto -Originarios desde la época de los dioses... Ashikabi y Sekirei han luchado incesablemente por la posesión de los Jinki...en sangre y tristeza- Dejó el objeto de nuevo en la mesa y miró a Naruto -Como ya te lo habrá dicho Uzume, sólo hay una forma de recuperar los vínculos rotos. La esperanza recae en el último que queda, el que ha sobrepasado cada catástrofe desde tiempos inmemoriales. Namikaze-san, ¿tienes el valor de aceptar esa posición?-

-Una forma de restaurar... los lazos rotos- El rubio cerró los ojos. Recuerdos fugaces de sus padres, las imagenes de sus Sekirei y de Ikaruga se posaron en su mente. Abrió los ojos poco a poco para ver con una mirada decidida y firme a Miya -Sí-

Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Miya -Namikaze-san, tu coraje y tus sentimientos puros por los Sekirei me recuerdan a Takehito. Tras la muerte de Takehito, y tras lo sucedido con Chris había decidido dejarlo todo y retirarme, pero ahora que veo vuestra pureza. No tengo má remedio que ayudar-

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