Capítulo 12

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Aclaración: No soy dueño de Naruto ni de Sekirei, tampoco de cualquier personaje de otro anime/manga/videojuego que aparezca en este fic.

Capítulo 12

-Necesitarás toda tu fuerza para lo que viene ahora-

Naruto y sus Sekireis se giraron bruscamente hacia la voz, y no vieron a nadie.

-¿Qué?-

-Tsk-

-¡Chicas, estén atentas, debemos proteger a nuestro Ashikabi!- Gritó Seraphim. Las demás asintieron, y de immediato rodearon a Naruto para protegerlo.

-(Me estoy poniendo nerviosa)- Pensó Tiffania mirando a su alrededor y concentrándose en su sentido del oído, intentando encontrar el motivo de su inquietud.

La plataforma de la estación de ferrocarril era grande, de techo alto y repleto de lámparas que iluminaban el suelo de granito azul brillante. Los pilares al lado de la escalinata que desciende al vestíbulo tenían 20 televisores de cristal liquido dispuestos a modo de mosaicos; cada uno exhibía una programación diferente.

Durante unos segundos todos permanecieron en silencio. Silencio solo roto por la risa de la misteriosa voz y los televisores. Poco después, Rias se pronunció

-¿Dónde estás?-

-¿Qué les pasa? ¿No me pueden ver?- Preguntó la misma voz, con risa irónica

-¡Deja de jugar! ¡Muéstrate!- Gritó Seraphim.

De pronto, un instinto asesino enorme inundo todo el lugar, haciendo temblar a todos los presentes.

-¿Q-qué..diablos- Susurró Yomi, cayendo de rodillas y temblando, los demás no estaban mucho mejor.

-¿Qué d-demonios es esta t-tensión?-

-Instinto asesino- Respondió la pelicastaña, alzándose del suelo con dificultad -(¿Quién sera? Las únicas que pueden hacer eso son Nene, Miya...y..)- Uzume dejó de pensar y palideció de golpe. -(Oh mierda)-

-¡Muéstrate de una vez!- Volvió a gritar la pelinegra, logrando levantarse.

Una risa larga y delicada le respondió y acto seguido apareció la figura de una mujer pelirrosa al frente de Seraphim

-Aquí me tienes- Dijo la mujer. -Ahora me puedes mirar a tu gusto y supongo que te desaparecerá el miedo que hace temblar tus labios.-

Las Sekireis agarraron a Naruto y saltaron hacia atrás, alejándose de la mujer.

La pelirrosa se apartó un mechón de pelo que el viento había arrojado sobre su cara y sonrió. -Déjenme presentarme pequeños pájaros, soy la Sekirei N° 23 Chris, lider del segundo escuadrón disciplinario...y...creo que no debe ser difícil comprender el motivo de por qué estoy aquí-

-(Oh mierda, mierda, mierda, mierda, ¡mierda!)- Pensó Uzume asustada, retrocediendo. Naruto la miró. La cara de Uzume estaba completamente blanca, como la de un verdadero fantasma. -(Estamos muertos)-

Sus nervios estallaron en un grito ahogado cuando una mano se posó suavemente sobre su hombro. Se tranquilizó al ver la sonrisa de su Ashikabi. En ese instante, Seraphim habló, llamando la atención de todos.

-Uzume, Tiffania, quédense atrás y protejan naruto-sama, Yomi, Rias y yo nos encargaremos de derrotar a la N° 23- Y luego, sin esperar respuesta, corrió disparada hacia Chris, siendo seguida por sus dos hermanas.

-Jejeje, veamos que pueden hacer tres hormigas contra un Tyrannosaurus rex- Comentó la pelirrosa, subiéndose las mangas de su uniforme, mostrando una sonrisa de superioridad que sacó de quicio a Seraphim que materializó su espada hecha de hojas con la intención de cortarla en pedazos. Lanzó una feroz estocada directa a la cabeza de Chris, pero esta, sin dificultad, esquivó el ataque moviendo ligeramente la cabeza. La pelinegra retrocedió, alzó su espada e intentó cortarle el hombro, pero la pelirrosa la detuvó sujetándole la mano que empuñaba el arma, quedando la hoja a escasos centímetros de su cuello.

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