Cabron Malhumorado

106 3 5
                                    

Capítulo 5

Y me quede pendeja, perdón “perpleja”… lo mire y lo mire y no pude articular palabra, entonces él me dijo:

─ ¿Tienes algo que decir? Mínimo una excusa ¿no crees? ─ Me dijo él ojos caoba.

─ No tendría por qué dar ninguna excusa, discúlpame ok, no fue mi intención golpearte yo que iba a saber que estarías estorbando la entrada del sanitario de mujeres. ─ empecé a examinar que su mirada se volvía algo colérica con la forma con la que yo le había respondido,  o sea sí esta guapo y todo eso pero no tiene derecho a ser un cabron cuando solamente lo golpee sin intención alguna, o sea no voy por la vida golpeando chicos guapos con ojazos color caoba en cualquier bar al que me paro.

─ Pues para la otra ten más cuidado, y no estaba estorbando estoy esperando a alguien. ─ En ese momento él se volteo me dio la espalda (bueno hubiera sido que me la diera, pero no) así sin más ni más,  o sea que mal educado, aunque viéndolo de espaldas podría calcular que aproximadamente a lo mucho media metro ochenta, tenía espalda ancha, brazos fuertes aunque pareciese como si no necesitara de ir al gimnasio, y vaya que tenía buen trasero Edgar no lo tenía así… Por dios! Edgar, Vanessa, los demás, pensaran que me paso algo, antes de girarme en mis talones voltee lo mire de nuevo y dije: ─ Que majadero eres.

Me fui enseguida con mis amigos y mi novio, vaya olvidaba que tenía novio con tremendo muchachón que acabo de toparme, al llegar pareciera como si nadie se hubiera percatado que me había tardado más de lo normal, con la mirada nuevamente busque a ese chico y él iba agarrando a una chica piel sumamente blanca con un cabello rizado, pero sus rizos eran como grandes y pequeños resortes pelirrojos, con una carita ovalada grandes ojos oscuros y quizás más pequeña que yo en estatura, era una chica muy menudita, por un momento experimente mil cosas a la vez, celos, curiosidad, enojo, y envidia; pero no tenía por qué  se suponía que yo venía acompañada de “mi novio” y no tenía por qué andar sintiendo estas cosas tan negativas y feas por alguien a quien ni siquiera conozco, quizás era mi ego el que sentía más receloso con las groserías y prepotencias del chico.

En ese momento fue como si el chico sintiera mi mirada y volteo a mirarme, no quise verle más y preferí desviar mi mirada, en el transcurso de la noche me dedique a mis amigos, al día siguiente era viernes así que a pesar de ello tenía que asistir temprano, terminamos yéndonos ya que yo tenía aun un viernes pesado con cuatro clases y un taller, son de esos taller extras que se tienen que tomar obligatoriamente a fuerza, y bueno de toda la lista que daban de miles de cosas como tipo deportes, cosas creativas entre otros, escogí “jardinería”. No es que tenga una mano buenísima para las plantas pero sobreviven bajo mi protección, las clases son en un pequeño invernadero, hay diferentes tipos de flores como jazmines, azucenas, gardenias, pequeños rosales blancos, amarillos y rosas, rayitos de sol (es una pequeñita flor de color ya sea rosa intenso con toques tornasol y moradas, sus pétalos pareciesen como si fuesen muchos), girasoles y mis favoritos los claveles, hay muchos tipos de florecillas, el ambiente es tranquilizador y refrescante, era mi tercera clase de jardinería ya que el curso extra se abrió mes y medio después de inicio de clases, en ese momento que llegaba al invernadero a lo lejos cerca de las orquídeas se encontraban esos rizos tipo resortes totalmente pelirrojos admirando y cuidando de ellas, ubicaba bien donde había visto esos rizos y eran de la joven de la noche anterior con el chico ojos caoba...

J.J Elyn

Por Algo se empieza...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora