Esos Ojos

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Días después le comente a Vanessa sobre mi nueva relación con Edgar, me dijo que no le sorprendía porque era algo de lo que ella ya se había dado cuenta, suele ser un poco exagerada pero le di crédito ya que el primer día de clases se percató de que “fleche a Edgar”, después de un tiempo me di cuenta que ella se moría por mi amigo Santiago y que uno de los gemelos-no gemelos (Azrael) se moría de amor por Vanessa, tremendo triangulo de amor… sin embargo Vanessa no se preocupaba por dar un paso hacia alguno de los dos, decía que le agradaba Azrael pero no como él esperaba le tenía mucho cariño, sin embargo Santiago era solamente tierno conmigo no mostraba ninguna muestra de amor/afecto por nadie, siempre se mostraba muy sereno, Vanessa se retorcía de tristeza y celos a la vez en que Santiago no tuviera ninguna muestra hacía con ella, yo trataba de calmarla diciéndole que necesitaba mucho tiempo para conseguir esa confianza, sin embargo fue asombroso que al siguiente mes ya anduviera con un chico del café (coffe Night, se encontraba en la esquina siguiente del restaurante/café/bar “Moonlight”)  al que solíamos ir cada vez que deseaban que Vanessa tocara con su violín (que por cierto ese día deseaban que fuera a tocar para ellos), era un chico rockero de esos que van vestidos de negro, con sus chamarras gruesas negras de piel, su cabello largo y una humilde moto Diavel (ducati), me preocupaba por saber si realmente ese chico le gustaba o le atraía o era una salida de escape de mi mejor amigo, me propuse darle unas semanas y observarla como se encontraba para ese entonces, sin embargo en ese momento desvié mi mirada así un chico de la barra del bar, era el barman y vaya que era bueno porque servía en menos de 3 minutos unas 8 bebidas, quería ver su rostro completo pero lo único que alcanzaba a visualizar eran sus ojos algo felinos pero oscuros las luces del bar le daban un aire enigmático y misterioso, atractivo y caliente, muy dentro de mi sentí una oleada de calor que hizo que me sonrojara por el simple hecho de ver a ese chico del bar; en ese momento alguien toco mi hombro volteé de manera rápida y a la defensiva y era Santiago llegando con Edgar, me saludo dándome un abraso y un beso sonoro, se sentó a mi lado derecho y Edgar a mi lado izquierdo saludándome un pequeño y lindo peso en los labios así tomándome de la mano.

─ ¿Y los gemelos donde los dejaste? Le pregunte a Edgar.

─ Dijeron que llegarían aquí ambos de seguro no tardan en llegar, sabes que no se les da bien la puntualidad.

─Ok, Santiago ¿Cómo has estado? El viernes de la semana pasada no fuiste a verme.

─Oh si discúlpame annabeta tuve exámenes y ensayos que entregar cuando llegue al departamento mi celular estaba descargado y caí rendido dormido, en cuanto menos me di cuenta ya eran las 10 de la noche.

─ja ja no me digas anabeta me siento una versión chafa de mi misma, pero bueno no te preocupes lo bueno que me mandaste un msj, cortante pero a fin y al cabo msj.

─No te pongas sentimental, claro que eres una versión chafa de ti misma en estos momentos, que no ves que aun te faltan etapas para evolucionar tu yo interno.

─Por el amor a dios Santiago deja de decir mamadas, tu carrera te está afectando o no sé qué cosa rara estés leyendo ahora.

─Es verdad no seas sangrona, no recuerdo el titulo pero leo un libro sobre “cuerpo y mente” es buenísimo tendré que pasártelo para que andes pacheca así como yo.

─mientras no me pases pendejadas de superación personal todo está bien te acepto las pachecadas esas que lees.

Nuevamente me acorde del chico del bar, volteé por curiosidad para verlo de nuevo esperando que su rostro fuese visible más bajo las luces, pero en ese momento él ya no estaba ahí, no me quedaba más que el recuerdo de sus ojos…

J.J. Elyn

Por Algo se empieza...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora