Días después de eso, en un día soleado se presentó en mi hogar de vuelta, pidiendo discreta ayuda con algo.
Se había roto la costilla.
No.
Le habían roto la costilla.
En su llanto mientras pasaba el hielo por su morada piel y vendaba pude escuchar todo lo que me había confesado.
"Me molestan en la escuela por ser yo"
"Vengo aquí para poder conseguir medicina"
"Te amo, Hyung"
Y en ese momento sus labios habían impactado completamente con los míos.
No supe cómo reaccionar, ni siquiera pude cerrar los ojos, vi hacia un costado y pude enfocar con mis ojos el bello cerezo en flor.
Oye, Taehyung, estoy seguro de que mientras estés leyendo esto, algunos pétalos caerán sobre la hoja.
-JK.