good bad cop {C-137cest}

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Abrió la puerta dejando pasar al menor primero. Al entrar, varios Ricks miraron feo al castaño que solo agachó la cabeza, C-915 retó a los otros con la mirada y estos se voltearon, le regreso la seguridad al chico poniendo ambas manos sobre sus hombros y llevándolo al baño para que pueda quitarse la sangre.

— Lamento eso, normalmente quienes llegan con un policía son los malos.

— N-n-no te preocupes... Creo que soy el primer sospechoso.

— ¿Quieres café o...?

— No, no, no, estoy bien, s-solo quiero que esto acabe pronto.

Dejó al menor centado mientras averiguaba si la sala de interrogatorios ya estaba libre, al parecer, estaba la última evaluación. De regreso, notó que dos o tres estaban guardando sus cosas en cajas de expedientes, se preocupó por sus compañeros, aunque ellos eran corruptos o asociados con traficantes, perder el trabajo debe ser algo duro. ¿Qué le hubiera pasado a su compañero Morty? Seguramente nisiquiera hubiera entrado a la evaluación por cubrir sus huellas lejos de la Ciudadela.

Fue por Morty y agarro su grabadora y un cuaderno de notas. El menor se percató de que era un primerizo por sus acciones y eso, de alguna forma, lo hizo sentir más cómodo. Habían dos guardaespaldas en la entrada con traje y lentes negros. Rick jaló dos sillas para él y su sospechoso para esperar sentados.

Cuando salió el último evaluado, varios minutos después salió el presidente con un maletín en manos que lo lanzó a sus cuidadores. Cruzó miradas con el peli azul y reconociendolo, entrecerró sus ojos con odio, para luego ver a su igual y sonreírle dulcemente. El mayor le regreso la mirada y el menor la sonrisa.

— ¿Eres detective? — Cuestionó el político.

— No señor, soy un oficial.

— ¿Y porque vas a interrogarlo? Ese no es parte de tu cargo.

— Mañana evaluará a los detectives y no habrá quien lleve el caso del chico.

Bufó molesto ya que el anciano decía la verdad. Sacó de su traje una tarjeta con su número de teléfono y se la dió a su igual, regreso su vista al mayor y giró a la salida.

El castaño quedó ligeramente atónito, el mayor solo ignoro las reacciones del presidente.

Puede que ahora dirija la Ciudadela, pero sigue siendo un adolescente.

Entraron al cuarto y Rick inició su interrogatorio.

— Bueno, Morty, iremos con preguntas fáciles, ¿Okey? Ya sabes que tienes derecho a un abogado si es que lo quieres...

— Si, si lo sé, — Lo interrumpió. — yo s-solo quiero que esto termine.

— Bien...

Algo le causó incomodidad al novato, volteó hacia el cristal reflejante y sabía que alguien estaba atrás de él. Efectivamente, el presidente se quedó viéndolo esperando el más mínimo error para intervenir y despedir a ese policía. Rick no sintió nervios, más bien, le dió una risa burlona al vidrio y Morty sintió un escalofrío recorrer su espalda.

— ¿Esta bien, señor? — Preguntó uno de sus guardaespaldas.

— ¡Si! — Gritó con su rostro ruborizado. — ¡Salgan de aquí!

Los trajeados obedecieron y el menor se quedó viendo a la versión de su abuelo que lo había provocado.

— Necesito tu dimensión para poder registrarte primero.

— E-es K-22.

— Cuéntame que has hecho hasta que te encontré.

— Mmh... M-me desperté y levanté tarde, luego Rick y yo salimos a buscar R-ricks que quisieran d-donar para ayudar y vol-volvimos a casa y luego me puse a organizar formularios y él n-n-no quería ayudarme, entonces nos empezamos a-a gritar y entró a la casa otro Rick - Su voz se empezó a quebrar. - c-c-co-con ropa normal y le empezó a disparar a mi Rick y y-y-yo m-me asusté mucho y me escondí detrás de él y cuando deje de escuchar los disparos ví la sangre de mi Rick... en el suelo, ¡Y trate de detenerla pero el me dijo que llamara a la policía y esperara afuera! C-como si no supiera que iba a morir! No me dejó verlo morir... Y y-yo quería...

Su llanto volvió a emerger de sus ojos cansados, Rick salió rápido y chocó miradas con en presidente pero a él no le importó el adolescente retador y trajo papel para que el castaño secara su nariz y ojos.

— Se que duele, Morty... — Le dió el rollo y lo abrazó. — Lo hiciste muy bien.

Morty empezó a sollozar de tristeza y dolor, Rick permaneció con él hasta que se calmara para poder finalizar y el presidente lo miraba estupefacto.
Tronó los dedos y uno de sus gorilas le entregó la carpeta de ese Rick.

Un Rick que se preocupa por un Morty. Y no cualquier Rick, un Rick sin nieto propio. Felicidades, ahora tienes mi atención, C-915.

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