good bad cop {C-137cest}

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Rick recibió una llamada de los Ricks que estaban en la casa del menor. Todo ya estaba limpio y podía volver, siempre y cuando ya hubiera sido interrogado y no tuviera más que hacer en la estación, las pruebas recolectadas demostraban su inocencia.

Siguió las instrucciones recibidas, tomó los datos del menor y los ingreso a la base de datos, le dió información sobre lo que habían hecho en su casa y el castaño acepto y le otorgó al peli azul su disposición para cualquier otra cosa que necesite saber sobre su Rick.

Le agradaba ese adulto, antes solo se relacionaba con su propio Rick, conocía a otros en otras dimensiones solo que eran "donadores", no eran tan buenos como él. ¿Era el sentimiento de perder a su abuelo lo que hacía que le agradara tanto? No tenía la más mínima idea, sin embargo algo había ahí.

— Ya puedes irte, Morty.

— ¿Seguro? ¿N-no necesitas hablar conmigo de otra cosa?

— No que yo sepa, — Sacó un librito con los pasos que debía seguir sin encontrar uno que no haya cumplido. — si sabemos algo te lo haremos saber.

— O-okey... — Rick se giró al interior y Morty lo detuvo tomando su mano. — ¿E-e-estas ocupado?

— ¿Perdón? — Retrajo su mano.

— Es que, n-n-no tengo como volver.

— Oh, bueno... Puedo llevarte si es lo que quieres. — Dijo cortésmente.

— ¡Si!... Em... Si, por favor.

— Espérame aquí, iré por mis llaves.

Fue a un cubículo pequeño donde estaban sus cosas y agarro el conjunto de metales. Rumbo a la salida chocó con uno de los guardias del presidente y se disculpó, solo que este no hizo nada, permaneció con su rostro muerto y detrás de él se asomó el protegido.

— Tranquilo, C-915, hablaremos pronto, — Rick se ruborizó, el menor se percató y le dijo casi susurrando — no te preocupes, no muerdo...

Le lanzó una sonrisa pícara y salió detrás de los trajeados. El novato sobó su rostro y acompañó al que lo esperaba afuera.

— Ven, dejé la p-patrulla...

— ¿Estás bien? — Cuestionó el chico que notó sus mejillas.

— Si, no pasa nada.

Rick conducía y Morty miraba por la ventana, vió a su igual sonriendo desde la entrada de su auto y saludandolo, este correspondió y se volvió a ver al conductor.

— Y... ¿Tu compañero está enfermo?

— No tengo uno, murió hace poco y no me han asignado a otro.

— Oh, lo siento, no tenía idea...

— No te preocupes pequeño, es raro ver a un novato llevando un caso solo.

C-915 le regaló una sonrisa por el retrovisor y K-22 río nervioso.

— ¿No tienes un Morty?

— Eh, no.

— Sabes que pueden asignarte uno, ¿Cierto?

— Si, solo que, he vivido solo desde que me mudé aquí y no me llama mucho la atención el que me asignen uno, creo que podemos ser amigos si es a lo que quieres llegar con tus indirectas.

— ¿¡Indirectas!? ¿¡C-c-como crees eso!?

El peli azul lo miró y el castaño bajó la cabeza. Siguió por el camino y Morty ya no quiso decir nada. Fuera de la casa, Rick abrió su puerta y se despidió del chico.

— ¿Qué te parece si termino tu caso y nos hacemos amigos? No podré ser como tú Rick pero si necesitas algo puedes hablar conmigo.

— ¿Enserio? — Dijo con sus ojos llenos de brillo.

— Si, no esta mal si es hasta que termino tu caso o si se lo asignan a alguien más.

— ¡Si! ¡Me encantaría! — Abrazó a Rick y se separó rápidamente para entrar a la casa.

Volvió al interior del vehículo, al chico se le cayó la tarjeta que le había dado el presidente.

El presidente. ¿Cuál era su problema con el novato? No se conocían. No eran de la misma dimensión. No eran nada. Algo lo incomodaba y no eran sus miradas pesadas. No.

Agarró la tarjeta y leyó, "Morty Smith", abajo tenía su número de teléfono y una dirección. Nada más.

De regreso en la estación, un Rick médico dejó en su escritorio la carpeta con la autopsia de la víctima y reportes de las pocas de las evidencias encontradas en el cuerpo de éste. Se puso a leer y leer y hacia apuntes. Después de mañana, este asunto lo llevaría un Rick más capacitado, eso le dijo un superior, entonces, estuvo despierto aumentando el contenido de la carpeta de investigación y así poder dejar una buena base. Perdió la noción del tiempo y cerró sus ojos unos segundos y se quedó dormido sobre el escritorio.

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