⚫7⚫

2K 249 103
                                    

Uno tras otro, Ricks entraban y salían del cuarto de interrogatorios hasta que el último de ellos entró. El novato estaba muy nervioso, sus manos temblaban como si hubieran tomado 19 tazas de café cargado. En la entrada de la sala, estaba un solo guardaespalda.

El Rick trajeado le abrió la puerta y la cerro tras él.

- Rick C-915. - Dijo el presidente con un ligero tono, ¿Seductor? ¿Siniestro?

- Se-señor presidente. - Respondió con su temblorosas voz.

- Tome asiento. - Señaló la silla del lado del inculpado.

Rick camino hasta sentarse y escuchó tras él al chico colocando el seguro a la puerta. En su mente surgió la idea que era normal y no deberían de haber interrupciones. Se calmó un poco. Al menos hasta que el chico se paró en la esquina de la habitación sin quitarle su mirada de encima, sobando su mejilla con su mano derecha hasta bajar su dedo índice a su labio inferior acariciándolo. El mayor se ruborizó ligeramente.

- ¿Estás nervioso, C-915? - Usó el mismo tono.

- N-no. - Intentó parecer duro, pero su miedo provocaba un aroma que embriagaba al castaño.

- Primera mentira, Sánchez, no sé porque lo estás, ya te había dicho... - Caminó y se sentó frente al peli azul en otra silla. - Que no muerdo.

Rick aclaró su garganta y se acomodó en el asiento con la vista fija a las manos del castaño que hojeaba su expediente.

Morty, por otro lado, estaba tranquilo, sentado con porte de adulto aún teniendo solo 14 años.

— C-915, quería conocerte.

— Usted... ¿Sabe quién soy?

Morty lo miro con los ojos muy abiertos, Rick tuvo la misma reacción. ¿Que clase de pregunta era esa? Claro que no lo conoce, ¿Verdad?

El presidente se puso a reír de forma histérica. El mayor se reclinó lo más que pudo en la silla. Dios, si que estaba asustado.

— ¿Señor?

— Carajo. — Dijo entre risas. Aclaró la garganta y volvió a tener el mismo rostro frío y calculador que lo caracterizaba. — Para mí, no eres nada. Nada.

El mayor tragó saliva. Este sujeto cambiaba de sentir tan rápido que era espeluznante.

— ¿E-entonces? — Lo miró directamente a los ojos. — ¿Por qué quiere conocerme?

No quería verse seguro, mucho menos con superioridad, realmente tenía duda. Razón por la que Morty se sorprendió. No esperaba tanta sinceridad o ¿Inocencia?

— Quería ver al Rick que le disparó a su compañero su primer día de servicio. — Respondió seco. Cruzó sus brazos y se recargo hacia atrás sin perder en la pelea de miradas.

— Eso... — Murmuró el policía mientras volvían recuerdos a su mente de ese día, así como de la visita de su compañero en los sueños de anoche. Bajó la mirada y el presidente volvió a sentirse la persona con más poder en la habitación.

— No estoy aquí para despedirte.
— Dijo poniéndose de pie — Como sabes, hay bastantes cambios por aquí y las nuevas leyes te excluyeron en su momento...

El menor caminó por la habitación con las manos en su espalda. Se acercó y se sentó sobre la mesa enfrente de Rick. Abrió las piernas dejando al mayor en el centro.

Más miradas. El policía sintió incomodo, ¿Qué estaba haciendo este niño? ¿Porque se sienta tan cerca?

Morty lo tomó por la camisa y lo levantó de su silla para ponerlo a su altura. Se miraban a los ojos. El presidente seguía teniendo una mirada de un depredador listo para atacar.

— Voy a cambiar todo en este nido de ancianos corruptos y Mortys obesos...

No necesitaba gritar, estaba demasiado cerca.

Mientras el menor intentaba "atemorizar" aún más a C-915, la cabeza de Rick se encontraba en otro lado.

Observaba con toda su atención a el nuevo presidente de la ciudadela. Sus ojos cafe y sus pestañas. Lo opacos que son, así como el corazón del menor. Cómo articulaba las palabras y cómo salía de sus labios un discurso de cambio. Ligeramente rosados labios. De como también se impactaba su aliento con un leve aroma a alcohol que, por algo que no entendía, no le molestaba en lo absoluto.

Bajó la mirada. La corbata color rojo al rededor del cuello de su camisa negra. Prendas que podría quitar sin ningún problema...

— Estas marcado. Por un solo pelo que sea arrancado de alguno de tus compañeros Mortys. — Se acercó a su oreja y susurro. — Hablaré contigo primero, y no soy de palabras vacías... yo actúo, C-915.

La piel de Rick se erizó por dos razones: la primera, por el susurro tan sensual; la segunda, por la escena que produjo su cabeza.

— ¿Comprendes lo que te digo? — Lo soltó y se cruzó de brazos.

El mayor volvió su vista mié tras acomodaba su uniforme. Su mirada era menos intensa y más consciente.

— Lo comprendo, señor.

— Bien. Se terminó la entrevista.

Morty bajo de la mesa. El mayor había olvidado su corta estatura, apenas le llegaba a los hombros.

El menor tomó el expediente y se detuvo en la puerta.

— Nos veremos pronto. — Dijo despidiéndose con los papeles.

— Que tenga buen día, señor.

Morty le dio una forzada sonrisa y lo dejo ahí. Ya terminadas las entrevistas, solo faltaba cortar las malas hierbas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 30, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

good bad cop {C-137cest}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora