Las Estrellas

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Al llegar a la parte trasera de la casa había una caja poco grande, al acercarme cada ves más podía notar que había algo vivo dentro, finalmente cuando me acerqué vi que lo que había dentro de la caja era un cachorro bastante pequeño, era de color gris, estaba intentando escapar de la caja cuando lo cargue.
-oh Will, no me esperaba para nada esto-
-si bueno, quería dártelo es bastante lindo-
-si es muy lindo- no podía dejar de ver al pequeño cachorro, era tan tierno que no loquería soltar -pero Will...¿como lo conseguiste?-
-pues Jonathan me ayudó, me había contado de un refugio que había en el condado vecino y fuimos a adoptar uno-
-¿y cómo lo vas a llamar?-
-pues no lo sé...- contestó mientras se acercaba -técnicamente es de los dos-
-¿como?-
-si como de seguro tu padre no te dejará conservarlo puede dormir aquí-
-bueno...pero puedo meterlo a escondidas-
-si también puede que...entonces ¿como lo vamos a llamar?-
-propón nombres-
-tiene cara de...pues Jaime-
-¿como Jaime? Es un perro-
-entonces propón nombres tu Mike-
-pues el nombre de nuestro primer hijo es importante-
-¿como que primer hijo?, acabas de decir que es un perro-
-bueno si es compartido técnicamente es como un hijo-
-quiero que mi primer hijo lleve mi nombre-
-Will el perro...Willy el perro...-
-Willy...-
-¿te gusta Will?, es como un diminutivo-
-Willy Wheeler- seguía pensando Will.
-mira así, yo Michael Wheeler, tu William Wheeler y el Willy-
-te das cuenta que nuestra pequeña "familia" tendría muchas W-
-si ¿y qué importa?- pregunte riendo -aparte la M al revés es como una W-
-me gusta mucho Mike- contestó con un beso en la mejilla.
-bueno Will...pasemos a lo que vine-
Will se notaba nervioso, bastante a cómo siempre es el, había pasado tiempo desde aquel día, ese día el cual Will parecía no controlar sus emociones, aquel día...el de la promesa.
-Mike...no quiero lastimarte pero, no sé ni cómo decírtelo-
-tranquilo, pase lo que pase estaré a tu lado-
-creo que con esto no va ser posible Mike- contestó con la voz cortada.
-¿por qué no?-
-recuerdas que te había dicho que Hopper y mi madre andan saliendo-
-si claro recuerdo-
-bueno, a Hopper le ofrecieron trabajo cerca de Seattle-
-por eso el pequeño homenaje que le hicieron en la comisaría-
-exacto, y pues Jonathan está viendo en continuar con sus estudios por allá y con ello nosotros nos tendríamos que ir para aya-
-Will...- no podía pensar, estaba bloqueado tanto me costó descubrir que amaba a Will para que nos separáramos -pero como...-
-dudo que lo nuestro...pueda continuar a tanta distancia-
-¿quien se iría contigo?-
-pues mi madre, Hopper, Jonathan, Jane...yo-
-Seattle...por eso Nancy se va a ir a estudiar allá-
-seguramente...-
-pero Will, yo te amo-
-yo igual a ti y mucho- después de eso Will me beso, quería que ese beso fuera eterno, nunca pensé que lo nuestro tendría un fin, no me quería separar de el no tendría vida sin el, ¿por qué el mundo es tan cruel?.
Era una hermosa noche, pero con el peso de esto podía transformarse en una de las peores noches de mi vida. El cielo estaba lleno de estrellas, sería lo poco que podríamos presenciar al mismo tiempo Will y yo, las estrellas.
-Will- dije entre lágrimas.
-Mike- igualmente contesto entre esa lágrimas que odiaba ver, esas lagrimas que eran lo que me recordaba el sufrimiento de mi Will.
-cada noche vendrá un estrella a hacerme compañía- dije señalando el cielo intentando controlar mi llanto -que te cuente como estoy, ese será nuestro contacto Will, cada ves que mires al cielo quiero que recuerdes cuanto te amo, hoy, siempre, ayer, mañana y toda la vida, siempre te amare Will Byers, te amaré-
-pero yo solo quiero estar contigo siempre-
-Will...te seguiré siempre, si es necesario hasta la muerte, pero te seguiré-
Esa noche no me quiso decir cuando se iba ir lo cual en parte agradecí ya que me haría pasar cada minuto...cada segundo y cada milésima de segundo como si fuera la ultima vez que sentiría su piel, sus labios juntos los míos, escuchar su corazón y respiración. Ya que a partir de ese día que llegaría de cualquier forma era probable que nunca lo volvería a ver, solo tendría sus recuerdos, a partir de ese día mi mundo acabaría.

Ambos preferíamos dejar el tema a un lado, al menos Will lo conseguía pero yo no cada vez que lo veía me imaginaba ese día, mi peor pesadilla sería no lograr despedirme de Will. Claramente el notaba mi preocupación y me intentaba distraer con Willy, lo lograba pero recaía en lo mismo.
Lo más probable era que Will se iría terminando las clases, en las vacaciones de verano. Me había pedido que hablara con cada uno de los chicos y le explicara lo que iba suceder tarde o temprano, cada uno reaccionó de distinta forma. Dustin no me creía lo que estaba diciendo, Lucas no pudo contestarme y su pareja Max la cual había hecho una gran amistad con Will simplemente no pudo contenerse las lágrimas. Agradecí ala vida de no ser el último en enterarme de esto, simplemente la despedida de Will era como revivir todo lo qué pasó a hace dos años, cuando encontraron "su cuerpo", su funeral, y el sentimiento de saber que nunca podría volver a hablar con el, al menos la muerte era saber que nunca lo volvería a ver, pero que se mudara era saber que el está allí afuera, lejos, separados, sin mucha comunicación, pero no poder tenerlo cerca era un sentimiento que destronaba todo de mi.

Pasando los días descubrimos que Willy no era tan pequeño como uno pensaría, era por su raza, era una raza pequeña, que ya casi cumplía con su primer año. Yo hice lo que había dicho, metía a Willy a mi cuarto sin que nadie se enterara, y al día siguiente hacia lo mismo pero al revés. Nos turnábamos cada día con quién cuidaría a Willy. Era un perro bastante hermoso, gracias a el me desconectaba totalmente, éramos un perfecto trío, se veía que Will también lo disfrutaba, pero había algo que me hacía aún más feliz,  ver la sonrisa de Will, igualmente saber que lo amaba eternamente y qué el también me amaba de la misma forma.

-G.A.B.

Si Tu No VuelvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora