Cap 11- La dirección.

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Este día a sido prácticamente el más agobiador de mi vida, las horas han sido eternas, y saber que cada segundo que va pasando se une al menos tiempo que queda para ir a esa supuesta dirección me agobia más, aún sigo pensando que es una locura y que ir allá no es muy buena idea, pero bueno, que se le puede hacer.

Me encuentro camino a la cafetería, la verdad hoy e pasado desapercibido todo, no le e puesto mucha atención a nada.
Veo a Daniela en una mesa con alguien sentado a su lado y decido ir hacia allá.
-hola Dani, le digo con una sonrisa, ni siquiera me digno en mirar al chico que está a su lado.
-Hola bella, ¿que tal todo?. Me dice ella alegre.
-muy bien gracias. digo sentándome en frente de ella.
-por cierto, él es Ismael pero todo les dicen Amy, es mi hermano.
Me doy cuenta que me está mirando y volteo a verlo, ¿en serio?, nunca pensé que Daniela tenía un hermano y es que la verdad es muy lindo, no me fijé mucho a primera vista pero ahora que lo veo bien es muy guapo, aunque la verdad no es nada comparado al arrogante de Daniel, él es más interesante.
Espera, ¿qué?, ¿porqué razón tuvo que llegarme Daniel a la cabeza?, bueno, no es que me guste ni nada pero es bonito. Sólo eso.
Sacando mis locos pensamientos de mi cabeza me percato de que tengo al querido Ismael esperando a que yo lo saludara.
-Hola Ismael, un gusto, yo me llamo Isabella.
-un gusto Isabella. Me dice con una brillante sonrisa.
-no sabía que tenías un hermano, Dani.
-pues si, la verdad es que somos hermanos de padre y mi papá a decidido venirse a mudar aquí así que aquí está.
-ahh, qué bien. Le digo y me dispongo a comer.
Eh notado que el hermano de Isabella se ah pasado todo el tiempo mirándome y eso no me intimidó un poco pero tampoco le di mucha importancia.

Después de unas horas más ah llegado el momento de la verdad, por suerte no tuve que cancelarle a Dani ya que me dijo que tenía unas cosas qué hacer.
Voy caminando y es ahí cuando me doy tremendo susto cuando veo que Daniel se me aparece en frente.
-¿quuueeeeé?, ¿estás loco?, vuelve a aparecer así y vas a volver a morir nuevamente, literal. Además de que medio mundo se me quedó mirando extraño.
-Ay por Dios Isabella, no seas tan exagerada. Me dice con una sonrisa en sus labios.
Estúpido fantasma.
-¿y entonces?. Me pregunta refiriéndose al tema de lo de la dirección.
-pues tomaremos el autobús e iremos a la dirección.
-perfecto.
Después de eso fuimos a la parada, en todo este tiempo sentía algo inquietante, cómo una mirada penetrante sobre mi, no ah sido Daniel porque a pasado todo el tiempo junto a mi así que me pongo a buscar entre las personas, estaba a punto de darme por vencida hasta que lo veo, mirándome fijamente, yo lo miro por unos momentos y desaparece, ¿qué dem*#~@%?, espera, es él, ¿qué hace aquí mirándome?, Bueno, esto es un poco raro.
Estaba a punto de decirle a Daniel cuando llegó el bus.
-es hora de irnos querida. Me dice.
-ok, nos vemos allá.
-no, no, yo iré contigo preciosa.
Ja ja, qué interesante.
-y no que podías tele transportarte y eso, según eres un fantasma.
-pues si, pero quiero ir contigo querida Bella.
Tan guapo y tan arrogante.
-Ok, señor Daniel.
Nos dispusimos a entrar al autobús en camino hasta nuestro hermoso destino.

-Ya cállate por favor, tuve que gritarle, me tenía todo el tiempo en zozobra, todos se me quedaron mirando. ok, eso intentaba tratar de evitar perooo al parecer no se me dio muy bien.
Daniel me tenía hasta el cuello con tanto hablarme, y yo callada para no parecer una loca hablando por ahí con el señor invisible.
-ok, ok, me callo.
-era Justo y necesario. Le digo en voz baja.

Según el señor del autobús nos encontrábamos en nuestro destino, bajamos y empezamos a caminar hacia dónde decía la pequeña dirección, habíamos llegado a un pequeño pueblo muy bonito, había mucha gente y todo se veía muy alegre pero conforme íbamos llegando a la casa las calles se iban poniendo más oscuras y silenciosas.
Tenía mucho miedo porque prácticamente andaba sola, Daniel no podía ayudarme si me violaban o algo parecido.
-aquí es. Me dice Daniel sacándome de mis pensamientos.
Wao, es lo único que digo, la casa es todo lo contrario a lo que me imaginé, pensaba que me encontraría con una casa horrible y casi destruida pero me equivoqué, era todo lo contrario, era una increíble mansión, para ser breves casi idéntica que la de Daniel.
Miro a Daniel y por la expresión de su cara me doy cuenta que estaba pensando lo mismo que yo.
-¿y si nos equivocamos de dirección?. Le digo un poco dudosa.
-no, es la misma de el papel.
-creo que nos han jugado una broma.
-pues sólo hay que averiguarlo, me dice caminando hacia adentro.
-espera, tenemos que hacer un plan, por si acaso, no le diremos nada, si se da cuenta sabremos que es la casa correcta.
-está bien.
Ya parados en frente empezamos a tocar la puerta, luego de varios timbrazos por fin abre la puerta una pequeña señora.
-Hola señorita, ¿en qué puedo ayudarles?, me dice muy amablemente.
-Hola, quería ver si podía hablar con él dueño de la casa.
-oh, lo siento pero él está un poco ocupado en estos momentos y no puede recibir visitas.
-que mal, bueno, pues muchas gracias señora.
-a la orden.
estaba apunto de cerrar la puerta cuando se oye una voz gruesa.
-Martha, ¿quién es? Dice aquella voz que no sabía de dónde provenía.
-es una señorita que dice que quiere hablar con usted. Responde la señora.
-Déjala pasar.

Uff, ¿suerte?, no sé.
Cuando entramos veo al señor que está bajando las escaleras directo hacia mi, no se veía tan viejo, una persona elegante, por un momento dudé que fuera él.
Él se para en frente de mi y habla.
-Hola, un gusto verte por aquí Isabella, y si, puedo ver al chico que está a tu lado.

Cómo lo zupo.

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4:08 AM, la hora que me inspira, espero que les guste.😘

Te amo más allá de la muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora