Todo este rollo se estaba saliendo de control, que lo soñara era una cosa, pero que lo viera con mis propios ojos es algo que va más allá de lo normal, me sentía algo extraña con todo esto sentía que no es coincidencia y que esto está pasando por alguna razón que tengo que averiguar.
dijo que me estaba esperando y la verdad es que tengo que saber el porqué lo veo y porqué lo dijo, es difícil tratar de entender todo, así que para hacerlo sólo hay que hacer una sola cosa.
Enfrentarlo.
Eh decidido que mañana después de clases iría a la casa de Daniel y lo enfrentaría, dejaré el miedo atrás y le daré la cara para preguntarle que quería y decirle que me deje en paz. No es nada gracioso que una persona muerta se te valla apareciendo por ahí sólo porque si.
Ahora que me pongo a pensar en eso cuando lo vi era más guapo que en la fotografía, tenía un cuerpo perfecto y una mirada que mata, una hermosa cabellera color negra y una bella sonrisa, creo que si no era porque sabía que era un fantasma caería directo a sus pies.
Aparto todos aquellos pensamientos y me dispongo a dormir. Dani me había traído y se había ido, vi a mamá abajo pero le dije que estaba muy cansada y no tenía hambre así que vine, me bañé y me acosté.
Cierro los ojos para poder descansar, Mañana será un lago día.
Daniel Villegas.
Me encuentro en mi cuarto tirado en la cama boca arriba, pensando en todas las cosas que eh pasado y todos los problemas que eh tenido, pero verla, verla a ella me dio muchas esperanzas que creía pérdidas.
No puedo creer que sea ella, y tampoco imaginé que fuera tan hermosa, esos ojos color caramelo que me miraban con asombro eran increíbles, su rostro perfectamente moldeado y un cuerpo..
Por Dios Daniel, en que piensas, deberías de estar pensando en lo que realmente importa, es ella, sin duda es ella, y las cosas van a cambiar muy pronto.
Isabella.
Son las 8 de allá mañana y ya me encuentro en clases, totalmente aburrida, espero que las horas no pasen tan rápido, estoy un poco nerviosa con lo que iba a hacer hoy.
Después de unas horas tocan el timbre para el almuerzo, salí y fui a la cafetería, tomé algo para comer, allá vi a Daniela sentada sola y fui a hacerle compañía.
-hola Dani, ¿que tal?
-hola Bella, estás mejor, ayer estabas un poco extraña.
-si, era que me sentía un poco mal, me dolía la cabeza.
-entiendo, ¿porqué no vamos a la plaza cuando salgamos?, sería una buena idea.
-ah si, me encantaría pero tengo algo qué hacer hoy, no podré, pero mañana estaría bien.
-bueno, está bien, mañana entonces.
Me dispuse a comer lo que había en mi plato y después de unos minutos tocaron para entrar.
Las últimas horas pasaron volando, me encontraba camino a la casa de Daniel, es increíble que valla a enfrentar a un fantasma, pero la intriga me estaba matando y conociéndome no acabaría hasta saber que era lo que estaba pasando.
Tomé el autobús y me dejó en frente al parque que estaba un poco cerca de la casa de Daniel, caminé algunas cuadras y ya me encontraba frente a la casa Debatiendo entre si ir o volver e irme a mi casa.
Después de un largo rato me decido en entrar a, aparte de que parecía una casa que daba escalofríos tenía un gran jardín que era impresionante y una gran fuente que resaltaba, la puerta de la casa era enorme y para mi sorpresa la puerta estaba abierta, no me lo esperaba, bueno sí me lo esperaba, era una casa donde vivía un fantasma, es lógico.
Cuando entré no pude creer lo hermosa y grande que era, tenía una gran sala amueblada con todo, era cómo si ahí viviera alguien todavía, miré un largo pasillo y comencé a caminar, me di cuenta que este se dirigía a La Cocina y el patio trasero, tanta perfección me daba escalofríos todo era espectacular.
me dispuse a buscar por todas partes y nada, hasta que me acordé el lugar en dónde lo vi, subí las escaleras y había varias puertas, así que fui a la que creía que había visto a Daniel, cuando entré vi que era algo acogedor, una gran cama y una televisión con varías consola, una vista perfecta de dónde lo había visto antes, pero no, no tampoco se encontraba aquí.
Es agobiador que no pudiera encontrarlo, ya me estaba dando por vencida, hasta que escucho una voz, una voz masculina que provenía detrás de mi.
-Hola Isabella, esperaba tu visita.
Voltee para afirmar lo que pensaba y si, era Daniel y ahora estábamos frente a frente.
