Esas palabras estaban retumbando en mi mente, se repetía una y mil veces. "Tú vives, Isabella muere, tú vives, Isabella muere..."
Trato de volver a la realidad y tomo el valor posible para responder.
—Eso nunca. La amo más que a mi mismo y si eso significaría morir en definitiva lo haría.
Pero una cosa si quiero que me respondas, ¿porqué quieres a Isabella muerta?.
Le digo con la mirada en alto esperando con ansias su respuesta.
—Esas son cosas que a ti no te incumben, Daniel, elegiste quedarte así, y así te vas a quedar por siempre. Pero, eso pasará cuando yo lo decida, mientras tanto te vas a quedar aquí encerrado.
Es lo último que dice y se retira, dejándome más confundido y enfadado que nunca, tengo que encontrar una solución para esto, necesito hacerlo, por Isabella.
Isabella
El frío era bastante notable aquí, me encontraba en un pequeño rincón de la habitación, ya estaba cansada y sin fuerzas, tenía mucha hambre y sed, no había señales de nadie, todo era totalmente una tortura.
El sueño me estaba ganando, estaba casi por quedarme dormida hasta que escuché un pequeño ruido, la puerta se estaba
abriendo, mis pelos se pusieron de punta, y fue cuando vi entrar a una mujer de mediana edad, bien vestida y calmada.
Me retiro un poco asustada y desconfiada.
—Hola Isabella, no te preocupes, eh venido a ayudarte.
—¿La conozco?. Digo un poco confundida.
—pues no, pero me da mucho gusto de hacerlo.
—¿Qué quiere?. Le digo aún más confundida.
—no soy uno de ellos, eh entrado por mi cuenta.
—¿cómo?, ¿porqué me tienen aquí?, ¿porqué quieres que confíe en ti también?, esto es bastante raro y confuso.
—pues, cálmate, creo que tienes que saber algo, será un poco fuerte para ti y creo que ya es hora de que te enteres, Isabella existen cosas de la que no todo el mundo sabe y pues quiero decirte que tú papá era un brujo, y tú eres una bruja.
Mi corazón se detiene por un momento y me quedo paralizada tratando de tragar lo que está señora me ah dicho.
—¿me estás tomando el pelo?. Le digo un poco enojada y asustada a la misma vez.
—no, Isabella, es la verdad. Perdón que no te lo hubiésemos dicho antes pero no estabas preparada, tus dones empezaron a aparecer cuando ya estabas más mayor.
—No, no, no, no lo creo, se supone que las brujas son feas, con escobas y toman las sangre de los niños.
—Ja, ja, eso piensan todos, pero no cariño, yo soy una bruja y soy todo lo contrario, las brujas son normales, pero sólo que pueden percibir lo sobrenatural y hacer cosas que los demás no pueden.
Bueno, eso explica muchas cosas, pero me niego a aceptarlo, ¿Bruja?, sólo de escucharlo me da escalofríos.
—Esto es una total locura, me estoy volviendo loca.
—Eso no es todo Isabella, no sólo existen "brujas", si no dos tipos de brujas, brujas blancas, y brujas negras, tú papá era un brujo blanco, por lo que tú también eres una de nosotros, verás, somos muy diferentes, los brujos negros son los que no quieren usar sus dones para bien, por lo tanto existe una ley que es muy, muy importante, un brujo negro nunca debe estar con una bruja blanca. Isabella, tú te haz metido en un lío muy grande.
—¿de qué hablas?
—Daniel es hijo de un brujo negro, por lo que a él también lo convierte en uno.
En esos momentos las cosas empezaron a tomar sentido, lo que pasaba, las cartas, mi padre, yo, Daniel...
—Y, ¿qué quieres decir con eso?, ¿que no puedo estar con Daniel?
—Lastimosamente no, Isabella.
—Estás loca si crees que voy a dejar a Daniel, sea brujo o no lo sea, me importa una mierda, ¿me entiendes?.
Le digo toda enojada, ya estaba comenzando a molestarme todo esto.
Ella solo me mira y no decide hablarme del tema.
—Tenemos que salir de aquí lo más pronto posible, los negros te tienen aquí, tienen miedo de ti.
—¿Miedo de mi?, ¿porqué tendrían miedo de mi?
—Eso es otro caso Isabella, eres una de las brujas con más poderes que existen.
—No, no, no quiero ser nada de esto, quiero salir de aquí, quiero ir con Daniel, quiero que todo esto acabe.
—Isabella, esto está pasando ahora, no podemos hacer nada, si no salimos de aquí, las cosas serán peores
—¿Dónde está Daniel?, no pretendo salir de aquí sin él, tenemos que encontrarlo.
—No podemos Isabella, el tiempo se está agotando.
Por un momento pensé en lo que podía pasarme si me quedaba aquí adentro, voy a salir, voy a tomar su ayuda, pero ya afuera, no me voy a ir sin Daniel, nunca lo dejaría, fuera lo que fuera.
—Está bien, ¿cómo vamos a hacerlo?. Le digo decidida.
—Pues vamos a salir sigilosamente por los pasillos que están allí, los que están afuera están durmiendo con algo que les hice, pero eso no dura mucho, son fuertes, no tenemos tiempo.
Salimos por la puerta y veo tres muchachos Jóvenes tirados en el piso, caminamos unos cuantos minutos hasta que salimos a un lugar totalmente despejado, era cómo una casa gigante, fue entonces cuando comencé mi plan.
—Lo siento, no puedo irme ahora, necesitaba salir de ahí para poder ir a buscar a Daniel, quizás se encuentre aquí o no pero necesito encontrarlo como sea.
—Isabella, estás loca, aquí te van a matar, aún no eres muy fuerte para luchar contra ellos, es imposible.
—No me importa, iré por él quieras o no.
Fue lo último que dije y me fui por unos pequeños árboles que habían por ahí, tratando de que nadie me viera.
En ese momento empecé a escuchar unas voces, estaban hablando de algo, fue entonces cuando reconocí una de ellas, no podía creerlo hasta que traté de mirar hacia donde estaban y pude confirmarlo.
Era él, Ismael, el hermano de Daniela.
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Espero que les haya gustado, estoy muy, muy escasa de tiempo, pero prometo estar atenta a todo, los quiero❤️
