Dos cuerpos, Un alma | Damon Salvatore

Capitulo 2: Resurrección

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Caroline seguía con su habitual drama, como odiaba eso, cada momento que ella quería decir algo empezaba a formar dramas patéticos, es su naturaleza exagerar las cosas.

----Rubia, porfavor, déjate de dramas de una vez y dime qué es lo que está pasando, no quiero seguir perdiendo mi tiempo contigo

Ella me lanzo una mirada penetrante, como si estuviera a punto de lanzarse sobre mí y golpearme, pero no lo hizo, lo único que salió de sus labios fue un "Idiota" muy bien pronunciado, lo que logró sacarme una sonrisa... ella tomó un poco de aire y se posó frente a mi.

En ese momento supe que algo de verdad andaba mal, no quería saber la razón del porque Caroline no quería que yo me casara con Elena.

----Damon...Elena, ella...sigue enamorada de Stefan o eso es lo que creemos, desde que murió a estado triste y distante, no solo contigo, lo ha estado con todos, es como si una parte de ella de hubiera muerto junto con el

Sus palabras me golpearon como una bofetada en el rostro, pero no quería a creerlo...no iba a creerlo

----No estarás siendo paranoica? No se puede amar a alguien muerto

Ella me miró de nuevo con compasión, una vez más lo hice... maldición! Odiaba que me miraran así, pero en ese momento mi cerebro no estaba conectado a mi cuerpo.

----Se que puedo exagerar las cosas Aveces Damon, pero esta vez no es así, conozco a mi amiga y se que algo no está bien, pero eres tú quién debe hablar con ella y aclararte las dudas

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Pasaron los días y yo no quise decirle nada a Elena, no sabía lo que me esperaría después de eso.

Ella parecía no notar mi inquietud, notaba lo mucho que había cambiado, era desinteresada, ya no sonreía como antes, sabía que era debido a mi, pero no quería creer que ella seguía enamorada de mi hermano muerto.

Quería volver a sacarle una sonrisa, tenía que intentarlo.

Ese mismo día nos íbamos a ir a nuestro viaje de bodas, ella dijo que le gustaría mucho ir a París, así que la iba a llevar allá a como diera lugar, solo quería verla feliz.

Pero al parecer eso no seria así...en ese preciso momento ella y yo nos encontrábamos empacando maletas, todo estaba casi listo, estábamos a punto de meter todo al auto, pero de repente el celular de Elena empezó a sonar.

Al responder ella se quedó en silencio por unos segundos, pero después dirigió la mirada hacia mi, indicándome que subiera rápido al auto y así lo hice, luego entro y se quedó mirandome como si hubiera visto un fantasma