Un encuentro que cambió el destino

Pecado

Hey, hola, se que no tengo excusas pero aquí estamos otra vez, despues de casi 2 años sin actualizar :D

No los quiero retener con mis palabras, ojala les guste el capitulo :)

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En un peñasco cercano a una batalla aterrizó con fuerza un hombre con una chica en sus brazos. Se inclinó para dejarla en el suelo pero ella se negaba a soltar su pecho. Soltó un suspiro y se sentó en el suelo apoyándose en el único árbol del lugar con la muchacha todavía aferrada a él y, con delicadeza, la acunó entre sus brazos, tarareando lentamente para poder calmarla.

En la mente de ella volvían a reproducirse los incidentes de aquel día que parecía tan lejano, por mucho que creia estar lista para enfrentarlos su reaccion al verlos le demostró lo equivocada que estaba; era fácil pensar en el perdón en la lejanía, pero no cuando lo tienes que enfrentar, en especial cuando toda su vida ella había estado sola. Ellos fueron las primeras personas a las que pudo llamar familia y la traición de ese día se habían grabado a fuego en su ser, por que ellos de verdad creían las palabras crueles que le dijeron. Ademas... estaba el hecho de que acababa de matar a alguien, fuere lo que fuere, estaba vivo; pero su ira la cegó tanto que terminó con sus manos llenas de sangre, y eso nunca se lo podría perdonar. Así no era ella, pero algo alimentaba la ira en su interior, algo incorrecto.

-¿Te sientes mejor?- le pregunto Raciel una vez las lágrimas pararon.

-Creí que estaba preparada.- dijo en un lamento triste- Pero es duro cuando la gente que más te amaba te da la espalda, maldición o no, las palabras que dijeron en verdad las creían. Y lo que más me dolió, fueron las palabras de Natsu, él era mi mejor amigo, por momentos sentía cosas más allá de la amistad... pero me equivoque.

-El amor humano es muy raro pequeña, recuerda que todo este tiempo estuve contigo y vi todas las aventuras que tuvieron juntos, también cuando...- susurró en su oído cuando una pequeña carcajada en la chica- Todos se veían como buenas personas, pero los humanos siempre albergar oscuridad en sus corazones, son criaturas de constante cambio en ciertos aspectos y no les importa dañar a los demás para cumplir su cometido, pero recuerda que la persona que más te aman y aprecia somos Layla y yo (y Henri)

-Lo sé, pero yo también soy humana Raciel, a veces me hablas como si no lo fuera- con una pequeña sonrisa Lucy se secó el resto de lágrimas que quedaban en su rostro.

-Lo siento... - susurró desviando su mirada.

La mente de la chica seguia divagando pero él movió suavemente su cabeza para generar contacto entre sus ojos.

-Hey... No maltrates más la mente más inteligente que existe con pensamientos deprimentes ¿Quieres?

Antes que pudiera responder la giró sobre si misma y apoyó su espalda en su pecho, suavemente la abrazó mientras ella acomodaba su cabeza entre el hombro y el cuello del chico.

-¿Quieres ver?- preguntó, recibiendo una respuesta afirmativa por parte de ella.

Con la palma abierta atravesó el espacio frente a ellos creando una pantalla de agua. La imagen estaba dividida en unas cuantas pantallas más pequeñas que mostraban a los miembros de Fairy Tail en pelea.

Ocasionalmente comentaban entre ellos, pero la mayor parte del tiempo se quedaron en silencio observando todo, desde los planes del enemigo y la lucha desesperada por detenerlos Hasta que una energía naciente perturbo a ambos, una energía que no debería existir.

-Acnologia- susurro Raciel con enfado.

Lo que se sintió primero fue una fuerte vibración.