La misión de Azrael y Raciel

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A todos los ángeles se les encomienda una misión especial, aunque a algunos, por las asombrosas capacidades que han mostrado, se les otorgan más de una.

Cada misión viene con un título y un par de alas que tienen un color único.

Los arcángeles son guerreros y los mensajeros de Dios; sus alas son de un magno color blanco tan puro que no reflejan ningún color sobre sus plumas. Los arcángeles tienen que velar por la seguridad de los humanos, pero muchos en esta categoría deciden ignorar este hecho.

Los Tronos son los que cargan el trono de Dios; sus las color fuego llevan el trono a donde Él les encomiende, pero ha pasado demasiado tiempo desde que algún ángel haya visto el Trono de Dios o a él mismo.

Los querubines y sus dos pares de alas color de estrellas; ellos cuidan la luz de la creación de Dios y Dios mismo los ha escogido para esta misión. Nadie sabe a ciencia cierta su apariencia el verdadero color de las alas de estos, son raros de ver.

Los serafines son que hablan con Dios, le cantan alabanzas mientras rodean su trono. Tienen tres pares de alas, dos cubren sus rostros, dos sus pies y con las otras dos vuelan para protegerse del intenso resplandor de Dios. El color de sus alas es desconocido, pues no hay palabras humanas capaz de describir aquellas alas capaces de soportar el poder de Dios.

Y la lista de trabajos y misiones continúan, cada ángel tiene la misión que encargarse y cuidar. Todas encomendadas por las Dominaciones; quienes reciben sus órdenes de los Querubines, Serafines o Dios mismo en algunos casos.

Pero hay un deber que la mayoría de los ángeles debe seguir: luchar en contra los enemigos de Dios. Ellos se entrenan por un par de siglos para dominar armas y la magia, después se dividen en ejércitos celestiales, liderados por los más capacitados y fuertes arcángeles.

Hay un grupo llamado Potestades; ellos se encargan de salvaguardar la conciencia y la historia. Los ángeles de la muerte y nacimiento se encuentran dentro de este grupo...

El trabajo de Raciel está dividido en dos partes que divide con Azrael.

La primera parte es La Recolección. Está básicamente es la recolección de almas que alcanzan la madurez necesaria para el paraíso. Aquellas almas todavía inmaduras se "les dá una nueva oportunidad" para seguir con sus vidas. Si por alguna razón algún alma no muestra la capacidad de alcanzar la madurez se le separa del resto una vez es cosechada.

Como existen millones de realidades y millones de almas que recolectar por día Raciel y Azrael tienen bajo sus mandos a cientos de ángeles que les ayudan con la recolección. Dependiendo del turno estarán bajo la tutela de alguno de ellos.

Todos los ángeles que cumplan trabajos en los hilos poseen la capacidad de invocar la puerta celestial, esta es un puente directo desde cualquier realidad al Cielo, pero solamente los ángeles recolectores (o ángeles de la Muerte) y otros cuantos son los que realmente están capacitados para invocar la puerta.

Una vez la recolección está completa se invoca la puerta celestial, donde las almas pasan de su realidad al paraíso. El que esté a cargo trata de pasar lista para asegurarse que no quede ningún alma atrás por algún descuido, pero muchas veces no funciona y varias almas quedan atrapadas en sus respectivos mundos.

Aquellas almas almas inmaduras que fueron separadas del resto se les envía al Limbo, un páramo inhóspito en donde pasarán la eternidad a menos que demuestren ser capaces de alcanzar la madurez. Existen muy pocos casos de almas que lo consigan.

La segunda parte es conocida como El Guardián; el que esté de turno se adentra a por las rejas del paraíso sosteniendo el faro que custodia la llama de Dios, fuego que creó Dios mismo para esta misión.

El paraíso está dividido en millones de semi-secciones, pues cada alma nueva que ingresa crea su propio espacio en donde puede estar cómoda, como también hay almas que comparten espacio o "un mismo cielo". Un río de plata atraviesa cada cielo que existe en el lugar, cumpliendo dos funciones; de transportador y de puente.

Se espera que las almas vivan en su espacio hasta que decidan estar listas para renacer nuevamente, completando el ciclo de su antiguas vidas. Cuando están listas se dirigen al río y comienzan a nadar, despojándose de todos los recuerdos de sus vidas pasadas para renacer completamente sin memorias de sus vidas anteriores.

Es aquí cuando entra el Guardián; el Guardián tiene que seguir el caudal del río en su pequeña barcaza, alumbrando con el fuego de Dios el camino de las almas que buscan renacer, asegurándose que lleguen al final del río sin problemas.

En el río es donde nacen los hilos de las realidades, por eso, cuando un alma llega al final de este ella cae dentro de una realidad en donde renacerá comenzando con una nueva vida.

El ángel que esté de turno también debe cerciorarse del bienestar de las almas que siguen en sus espacios mientras avanza por el río, algunas tienden a que los recuerdos o los arrepentimientos que tuvieron en vida los consuman incluso después de la muerte, esto causa que el alma poco a poco se contamine y si el ángel no se da cuenta a tiempo podría comenzar a contagiar a las demás almas a su alrededor. Para estas ocasiones las almas infectadas deben ser bañadas por el fuego de Dios... Hay ocasiones que incluso el fuego de Dios es inútil para salvar el alma y el ángel debe tomar la decisión de mandar el alma al limbo o a una de las realidades que han sido tomadas por los enemigos de Dios dependiendo del grado de contaminación que contiene el alma.

Como el río debe pasar por todos los espacios creados toma tiempo descubrir un alma contaminada, pues el navegar por los cielos toma alrededor de tres semanas, por ende, cada tres semanas se realiza la revisión de almas. Han sido contadas las ocasiones que ha ocurrido esa situación pero no se pueden confiar, cada alma perdida significa más poder para los enemigos y el cielo nunca descansa de la guerra... Incluso sin su mejor general al mando.

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Espero que les haya gustado un poco esta explicación de mundo. Si tienen alguna duda de lo que sea no duden en preguntar en los comentarios.

Suerte pequeños y espero que nos veamos pronto.

Cuidense <3 

Un encuentro que cambió el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora