Capítulo 12

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Capítulo 12

—Adam, eres tan buena conmigo…Todos los años en que estemos casados no me alcanzaran para agradecer tu gratitud y tu amor…— le decía Keyra, mientras estaban sentados a la orilla del río que se encontraba en las propiedades de Lord Wilson. El abuelo materno de Adam.

—Con tu felicidad me será suficiente… El verte sonreír a mi lado a cada amanecer será mi recompensa…— dijo al rozar su mejilla derecha—. Cuando pueda decirte “Mi amada esposa” “Lady Keyra Carrington”. 

         Las mejillas de Keyra se sonrojaron. No había pensado que al casarse con Adam obtendría aquel título aristócrata ni que al casarse con él, dejaría de ser una “Butler”. Adam se dio cuenta de eso y le sonrió con ternura al ver su cara llena de asombro. Amando cada expresión de ella. ¿Cómo su madre no podía darse cuenta que Keyra sólo lo amaba a él, no a su fortuna ni a su título noble?

—Formaras parte de mi vida. De mi familia… Y eso me hará sentir bendecido…— la miró aún más a los ojos. Acercando sus labios a los de ella—. Amándote más de lo que esperaba. 

       Él rozó los labios de ella con un tierno beso. Sin imaginar la fatalidad que se escribiría en su historia de amor. Aquella parte de la historia que su primo Andrew ignoraría debido a su estupidez y ceguera, al dejarse envolver por la maldad y los resentimientos de otros.

—Deberías regresar, aunque sea para estar presente en la boda de tu primo…Él es como tu hermano menor. Aquel que te hubiese gustado tener— le recomendó su buen amigo, el barón Collins, mientras hablaban en su estudio—. Las puertas estarán siempre abiertas para ti, si después quieres regresar.

— Lo he pensado. Pero algo más fuerte que yo me obliga a no ir…Sé que no sería el mejor de los invitados. Siento repulsión en pensar en algún matrimonio…Me parece una vil mentira.

—Siento contradecirte con eso… No puede juzgar a todo el mundo por culpa de una persona. Ni decir que el matrimonio es una vil mentira, solo por un incidente que tal vez fue mejor que sucediera. ¿No te has puesto a pensar que hubiese sucedido si al estar casado con ella, te hubieses dado cuenta que su amor era un vil interés? ¿O que gracias a eso Dios te ha dado la oportunidad de abrirte un camino hacia alguien mejor?... ¡Hacia tu verdadero amor!

—¿Verdadero amor? — respondió Andrew con cierto sarcasmo mientras se bebía su copa de coñac.

—¿Crees que si hubiese sido tan negativo como tú, hubiese podido cruzarme en el camino de Anne?...Obviamente no. Y mira, Dios la colocó en mi camino. Me bendijo al colocarla allí. Y al permitir que ella me aceptara en su vida.

—Perdona mi actitud…Solo que… Estoy dolido aún con la vida.

—Deberías hacer las paces con ella y contigo mismo. No te miento al darte esperanzas… Eres un buen hombre… Sólo que te han lastimado. 

      En aquel instante una sirvienta los interrumpíos. La baronesa Anne Collins había roto fuentes y estaba en proceso de dar a luz. Una comadrona estaba con ella, ayudándola en ese proceso, mientras el barón corría hacia su habitación, y entraba a ver si su esposa estaba bien.

—Ella estará bien…Lo mejor será que nos deje trabajar. Espere noticias de nosotras… Su esposa y su bebé estarán bien. 

      El barón Simon Collins miró el rostro de su esposa, antes de salir de allí. Estaba tan nervioso. Obviamente, eran los síntomas de un padre primerizo. 

          Andrew miró a su amigo preocupado al no saber nada de ella todo el tiempo en que estuvieron esperando en el estudio. Lo miró caminar de un lugar a otro, sintiéndose impotente. Hasta aquel instante, en que una de las sirvientas entró e indicó que su esposa y su hijo lo esperaban. Había sido un varoncito. Un niño a cuál llamaron Sebastian.

     Cuando él entró a aquella habitación. Miró a su esposa y al pequeño bebé, en los brazos de ella. A Simon se le llenaron de lágrimas los ojos, al observar a aquella criatura bella y maravillosa que él y Anne  habían creado. Y a su hermosa mujer, exhausta y feliz. 

      Ella lo miró, bañada en sudor, y sonrió.

— Mira lo que hemos hecho los dos. Es muy bello, ¿no?

—Tan bello como su madre.

—Y tan apuesto como su padre.

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⏰ Última actualización: May 14, 2022 ⏰

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Marchándose sin decir adiós (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora