Esta es la historia de dos almas en sufrimientos, un amor fugaz como el viento pero intenso como el fuego.
Eran dos jóvenes ingenuos de su destino. Dos almas completamente enamoradas una de la otra. Podría decirse que su misión en la vida era la de enamorarse del otro.
Ninguno de los dos había tenido una vida fácil ni completamente feliz. Ambos venían de familia adineradas y soberbias pero ellos estaban sedientos de algo mas que whisky o champagne.
El había perdido sus esperanzas del amor. Vivió en carne propia un divorcio y había visto como dos personas que juraban amor eterno, ahora solo querían verse bajo tierra en una tumba.
Sin duda era un chico agraciado. Piel morena como la canela. Fuerte, con músculos como piedras. Rostro definido tallado por los mismos dioses. Una caballerosidad que hacia conseguir lo que quisiera con ingenuo y delicadeza. Y el arma mortal, un acento que podía volver loca a cualquiera.
Habia tenido miles de mujeres sobre su cama, pero de ninguna se enamoro. Para el no era suficiente un cuerpo desnudo sobre el. Necesitaba una mente desnuda sobre su alma.
Ahora de ella, la famosa doncella que se gano su corazón. Era alguien que no gozaba de los perfectos dones de su amado. Sin embargo, su inteligencia y personalidad soñadora e inocente eran mejores que una cara bonita y cuerpo de envidia.
Al igual que el, no conocía el amor. Pensaba que amor era imposible de conseguir o que era algo muy terrorífico pues nadie de los que conocía, lo sentía.
Era como un ratón de biblioteca, siempre con un libro de en la mano. Lentes redondos que hacia ver sus pequeños ojos negros como canicas. Su cabello pelirrojo siempre atado a una cola alta y su piel blanca como leche fría en la nevera. Tenia un cuerpo pequeño, algo mas delgada que el común denominador. A pesar de tener un atractivo como sus labios rojos y jugosos. Tentativos para un apasionado beso. En estos se escondían sus dientes torcidos, que tenia una pelea constante en su boca de quien podía doblarse mas. Nunca había tenido una pareja, mucho menos había estado sexualmente con un hombre.
Un día, la vida de estos se cruzaron. Un viaje familiar para ella, un viaje de negocios para el.
Aquel momento fue magia pura. En cuanto sus miradas chocaron, todo se volvió mágico.
Para ambos era una experiencia totalmente nueva y excitante. Ella podía sentir y escuchar como su corazón palpitaba tan rápido como si fuera a explotar. Por primera vez en su vida, el se había quedado sin nada que decir o hacer con una chica.
Por x o por y, esa noche no se vieron mas. El fue a cenar con su familia, y ella a dormir con su mama. Pero sin duda no se dejaban de pensar.
Ni la comida lo podían distraer de aquella mirada brillante y enamorada de ella. Ni las sabanas podían distraerla de aquellos pómulos sonrojados y definidos de el.
Al día siguiente la tentación fue tanta que volvieron a verse. Estaban en el agua, los dos semi desnudos entregándose completamente al otro; en cuerpo y alma.
En aquel momento fue como si dos planetas chocaran entre si. Fuego y hielo. Viento y tierra. Ambos tan diferentes pero tan enamorados que se volvían iguales.
Fue un amor de fin de semana. Al día siguiente, ambas almas fueron separadas para nunca mas volver a verse.
Actualmente llevan cuatro años separados, sin poder verte o tocarse como aquel verano de agosto. Gracias a la tecnología moderna por lo menos han podido hablar a través de una pantalla, pero nunca sera lo mismo que tocar aquellos dulces labios o abrazar aquellos brazos de piedras.
El pequeño ratón de biblioteca cambio para mejor. Se volvió hermosa físicamente, con curvas de envidia y sonrisa blanquecina y perfecta. Pero claro, aun manteniendo esa bella personalidad inocente y esa inteligencia audaz que la caracterizaba.
Su amado, quedo igual. Igual de caballeroso y musculoso. Lo único que cambio fue su forma de ver el amor. Como algo plástico y sin sentido, ahora era puro y apasionado.
Muchos creen que estos dos jamas podran a volver a verse, que solo fue un amor de verano y ya.
Bueno...Ya lo veremos. <3
(Escrito por la chica de cabello pelirrojo, desde Venezuela hacia Argentina a ver a su amado.)
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Marcy: De todo un poco.
Random¡Hola!, bienvenidos a el cerebro de Marcella o Marcy como prefiere que le llamen. Tengan este folleto con las atracciones disponibles, tenemos desde el tobogán de los recuerdos hasta la montaña rusa de experiencias, esta última no es recomendable pa...