Cap. 4 "Cita con la justicia."

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Después de aquel accidente ya habían pasado un par de semanas, no había sabido nada sobre los Swan o sobre Derek, parecía que las cosas iban a ser mejores, pero no fue así.

Recuerdo que era la mañana de un lunes, eran  las 7:20 y yo ya me estaba alistando para ir a la escuela, después de cambiarme bajé a la cocina para desayunar, después de tomar mi  desayuno me despedí de todos y salí de la casa, me subí al transporte público  y el chófer condujo hasta llegar a la escuela, las primeras clases fueron normales, la pesadilla comenzó a la hora del almuerzo, estaba con mis amigos en la mesa de siempre platicando de cosas banas, derrepente de un momento a otro se escuchó un fuerte golpe en las puertas dobles de la cafetería, pasaron unos escasos segundos hasta que un hombre se acercó  a una de las porristas  -¿aquí se encuentra Emma Adams?-  todos los que me conocían me voltearon a ver, las palabras del hombre se escucharon por todo  el lugar, la porrista asintió y señalo a donde yo estaba sentada. Un grupo de hombres con armas llegaron en pocos segundos a nosotros, por alguna extraña razón los policías conocían como era físicamente  y cuando lograron identificarme entre el resto de mis amigos me dijeron: -Emma Adams usted queda arrestada por el asesinato imprudencial de un menor de edad,  tendrá que acompañarnos a la comisaria, tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga podrá ser usado es su contra.- seguido de esto me  pusieron esposas, dos hombres altos me tomaron de los biseps con algo de fuerza y me empezaron  a arrastrar hacia la salida de la cafetería. Detrás de nosotros venia el director del instituto y un par de policías mas.

Salimos de la preparatoria, en el recorrido de la cafetería al estacionamiento todo el mundo me veía de una forma extraña como si hubiera hecho el peor crimen del mundo, había miradas de asombro, burla y lastima.

Finalmente llegamos a las afueras de la preparatoria, los policías que me llevaban casi a rastras me subieron a una de las patrullas que estaba estacionada en el patio de la escuela, uno de los policías se subió del lado del conductor y el otro del copiloto, prendieron las luces y sin mas arrancaron.

Yo aun no procesaba todo lo que estaba pasando, repetía una y otra vez  en mi mente lo que acababa de pasar, quería que esto fuera un sueño, un terrible sueño del cual quería despertar, pero no podía despertar porque esto no era un sueño, era la realidad.

En menos de lo que me esperaba llegamos a la comisaria, me bajé de la patrulla siendo custodiada por ambos policías. Entramos, me dijeron en donde me podía sentar y que tenia derecho a hacer una llamada; a los primeros que les llame fue a mis padres, me dijeron que llamarían al tío Walter el cual es abogado, y que vendrían lo mas rápido posible.

Después de lo que pareció una hora mis padres llegaron; mi tío fue a ver mi caso y  mis padres se quedaron hablando conmigo un rato. Pasó un buen tiempo para que el tío Walter regresara.

-Les tengo malas noticias-dijo el tío Walter para toda la familia, después las palabras se dirigieron a mi-  querida, hoy pasarás la noche aquí en  la celda de  la comisaria, mañana en la mañana te pasarán al tutelar de menores y en tres semanas se hará el juicio, lamentablemente no hay muchas pruebas a tu favor, trataré de recopilar las mas que pueda y haré los mayores esfuerzos para que puedas salir limpia de aquí. Pero por el momento quedas presa. 

Un  policía me tomó del brazo y me arrastró, por la comisaria, yo quede congelada por las palabras de mi tío, mi mente se había congelado, mi cuerpo seguía los pasos del policía, yo simplemente veía a mi familia como  se alejaban de mi, hasta que los perdí completamente de vista, el policía me había llevado a la parte donde están las celdas, abrió la puerta me metió dentro me quitó las esposas y cerró las rejas, no aguante más y me desplomé en el piso tratando de procesar lo que acababa de pasar. 

Atrapame Si Puedes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora