05 - bae noona

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Daegu, Seo-gu

— grandfather's house.

Las vacaciones de verano le habían caído de maravilla a Taehyung. Sobre todo porque sus planes con Babe tenían que obligatoriamente involucrar tiempo libre, cosa que normalmente con las clases no tenían.

Al chico le gustaba tomarse las cosas con calma, a su tiempo y realmente quería hacer de su día con Babe algo especial. Nada de una follada de 30 minutos y ya, a él eso no le iba. Así que con una semana de antelación –temiendo que la castaña le dijera que no- la invitó a ir a la casa de sus abuelos en Daegu.

— ¿Estás de joda? —Fue lo primero que la chica vociferó —No voy a follar contigo bajo el techo de tus abuelos.

Pero eso no sería problema porque la casa estaría desocupada por una semana debido a que los abuelos de Tae se irían de viaje a Nueva Zelanda con los padres del chico. Ellos mismos le habían dicho que se encargara de cuidar el recinto mientras no estaban y que si se aburría invitara a algunos amigos.

Normalmente cuando pasaban este tipo de situaciones Taehyung invitaba a los bangtan boys pero en esta oportunidad sólo serían Babe y él. Él y Babe en una gran casa tradicional coreana con un gran patio, muchas habitaciones y completa soledad para hacer lo que quisieran.

Después de que le explicara la situación a la chica, finalmente luego de pensarlo mucho y lograr obtener el permiso de sus padres con la condición de que no hiciera nada indecoroso, Babe se embarcó hacia Daegu en compañía de Taehyung el viernes por la noche.

Se sentía extraña y hasta algo incómoda porque nunca había tenido la oportunidad de viajar a solas con un chico. Ni siquiera con su ex novio. Pero lo que más hacía que Babe se sintiera fuera de lugar eran las largas miradas que Taehyung le regalaba, profundas, sinceras, a veces infantiles –como su sonrisa- y aquella forma en la que se abstraía de todo dándole a Babe una ligera sensación de soledad, como si él estuviese en una órbita donde ella no existía.

Varias veces en el camino a Daegu se preguntó si había hecho lo correcto y si no hubiese sido mejor follárselo en un motel o algún rincón de Seúl y no a kilómetros de su casa. Incluso aunque ella sólo fuera a estar el fin de semana, sentía que era demasiado tiempo que compartir con alguien a quien apenas conocía.

— ¿Te sirve ese suéter? —Preguntó Tae varias veces en el tren.

Y cuando no era el suéter, el chico hablaba de las extrañas constelaciones y de lo bien que olían las flores en el campo. Babe no sabía bien qué contestarle cuando le preguntaba la diferencia entre una seta normal y una venenosa pues ¿cómo la diferenciaría?

Así transcurrieron las horas entre pedazos de temas y conversaciones que nunca llegaban a un fin. Eran sólo lluvia de ideas brillantes que se encendían en el cerebro del chico.

Babe pensaba que era dulce y sereno pero a la vez cuando la miraba con esa profundidad ajena, aquellos ojos y labios se vestían de dureza y le erizaban los vellos porque Taehyung lucía enormemente sensual. Fue esa misma versatilidad lo que quizás empujó a Babe a decirle que sí iba a acompañarlo a Daegu.

***


Llegaron cansados, prepararon el almuerzo cuando ya sus estómagos no daban para más luego de pasar parte de la mañana del sábado limpiando la casa. La limpieza no estaba en los planes de Babe pero sí en los de Tae y si ella había accedido ir con él, el entretenimiento tendría que quedar para más tarde cuando los quehaceres estuvieran listos.

7 fuckboys → bangtan boysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora