capítulo 14: el principio del fin

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En la noche, mientras todos dormiamos, soñé que estaba en un lugar blanco; totalmente blanco. No había nada a mi alrededor, ni a la distancia. Empecé a caminar buscando la salida, o algo que me dijera donde estaba. De la nada una cadena me ato la pierna derecha.

Trataba de quitarme la cadena, pero era muy fuerte. Mientras lo hacía todo a mi alrededor empezaba a tornarse oscuro. Las paredes del lugar se volvieron moradas, y un pila de huesos cubrían el suelo. Cuando me solté de la cadena otras aparecieron y ataron mi mano y pierna. Luego otras dos ataron mis mano y pierna libre.

Las cadenas me alzaron impidiendo que me moviera. Luego una siniestra voz se escuchaba entre las paredes

-tan fácil... te haz vuelto débil- dijo la voz

-oh, eres tu, que quieres ahora?- dije

-acaso ya no puedo visitar a un viejo amigo?- dijo la voz

-me pregunto quién es?- dije

-que patético, pensar que puedes evitar lo inevitable- dijo la voz

-a que te refieres?- dije

-el tiempo se acerca, yo surgire de nuevo y terminaré lo que empecé. Y no habrá nada que puedas hacer para evitarlo- dijo la voz

Inmediatamente sentí como si unas agujas atravesaran mi espada. Desperté inmediatamente, asustado. Mire a mi alrededor y todo estaba bien, fue solo un sueño.

Fui al baño a echarme agua en la cara así podía dormir mejor. Cuando vi el espejo vi mi reflejo, había algo diferente. Las iris de mis ojos eran moradas, dos líneas de luz morada en cada una viajaban desde mis ojos a mi espalda, donde estaba el selló

-que diablos- dije

Mi reflejo empezó a reír, era el demonio

-basta, basta detente ahora!- dije golpeando el espejo. Este se empezó a resquebrajar, pero solo desde la parte izquierda.

-el tiempo se acerca- dijo el demonio antes de desaparecer

Los Loud al escuchar el escándalo entraron corriendo al baño. Yo yacía en el suelo, asustado. Les dije que me había resbalado y accidentalmente quebre el espejo.

Al día siguiente en la escuela estábamos en clases de matemáticas. Mientras la profesora explicaba algo aburrido, de repente vi como mi visión se tornaba borrosa. Me sentía mareado.

-señor Leonardo? Puede explicar a la clase porque actúa así?- dijo la profesora ya que interrumpi su explicación.

Inmediatamente me levanté y fui corriendo al pasillo. Pero todo daba vueltas y casi no lograba ver algo. Continúe caminando, golpeando y golpeandome con todo. Finalmente llegue a mi casillero, abrí la puerta y saque una aguja de mi mochila, rápidamente me la clave en el hombro e inserte el líquido que tenia la jeringa. Finalmente volví a ver normalmente y ya todo no daba vueltas.

-leo? Estas bien?- dijo Lincoln quien salió a buscarme

-si, solo necesito arecostarme- dije soltando la aguja y callando dormido.

A los pocos minutos me encontraba en la enfermería. La enfermera se dio cuenta y me dijo que estaba tirado en el piso inconsciente. Que suerte que no se dio cuenta de la jeringa. En ella contenía algo que me ayudaba a liberarme del influjo del demonio.

Después de eso, y en la tarde, Lana estaba jugando con su perro, Charles si mal no me acuerdo. Después de jugar en el lodo, entro, tomo una galleta y fue a arriba. Luego escucho música que provenían desde el cuarto de Lincoln. Era algo triste la música.

Un romance peculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora