SEOKJIN

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15 de agosto. (Año 22)
[ L, O, V, E]

Después de abandonar la caótica intersección me detuve abruptamente sin pensarlo, a pesar de que en aquel momento la mejor elección era acelerar el paso. El coche que circulaba a mis espaldas me sobrepasó mientras su conductor hacía sonar la bocina impacientemente y oía a alguien maldecir mi existencia; pero todos esas quejas quedaron acalladas por el fervor rugido de la ciudad. Detecté una pequeña floristería que hacía esquina en un callejón situado a mi derecha. La razón por la que mis pies se detuvieron no se debió a esa tienda; de hecho la descubrí justo después de deternerme.

El interior de la humilde floristería aún estaba en construcción. Contuve mi respiración mientras me acercaba al propietario que organizaba documentos en una esquina del local. Hasta ese momento había visitado numerosas floristerías sin éxito, ya que ningún florista conocía la existencia de aquellas flores y únicamente se dedicaban a enseñarme otras de colores similares. Pero mi búsqueda no se basaba en similitudes. Tenían que ser las auténticas. El dueño del negocio me observó durante un largo periodo de tiempo tras escucharme nombrar las flores. Mientras me confirmaba que podría enviar mi pedido a pesar de que la tienda todavía no estaba inaugurada, me preguntó, "¿Por qué necesitas esas flores en concreto?".

Su pregunta siguió revoloteando en mi cabeza mientras empujaba la puerta para salir de la floristería y volver a la acera. Busqué dentro de mi mente una razón que justificase mi necesidad imperiosa por encontrar esas flores. Sólo encontré una. Quería hacer feliz a esa persona. Quería verle sonreír. Quería verle disfrutar de las flores. Quería convertirme en una buena persona.

2 de Marzo. (Años 19)
[L, O y V]

Un olor húmedo nubló mi olfato mientras entraba con mi padre en el despacho del director. Hacía 10 días que había vuelto de Estados Unidos y el día anterior me enteré de que repetería curso debido al cambio en el sistema educativo. "Por favor, cuide bien de él", dijo mi padre mientras descansaba su mano sobre mi hombro, haciendo que me encogiera inconscientemente tras notar su firme tacto. "El colegio es un lugar peligroso. Las normas son imprescindibles", dijo el director mientras me observaba directamente a los ojos.

Cada vez que el poderoso señor hablaba, sus arrugadas mejillas y las comisuras de su boca temblaban dejando entrever el oscuro color rojizo que se escondía en el interior de sus negruzcos labios. "¿No es cierto, Seokjin?". Dudé en responder ante esa inesperada pregunta, haciendo que mi padre apretase con más fuerza mi hombro. Me apretaba con tanto ímpetu que noté cómo se contraían los músculos de mi cuello. "Confío en que lo harás bien", dijo el director mientras sus ojos amenzaban a los míos sin piedad y mi padre aumentaba cada vez más su fuerza sobre mi hombro. Cerré mis puños con fuerza - la presión que ejercía su mano era tan intensa que pensé que los huesos de mi hombro no aguantarían intactos por mucho tiempo. El sudor frío y los temblores incontrolables tomaron el control de todo mi cuerpo. "Tienes que responderme. Seokjin, tienes que convertirte en un buen estudiante", dijo el director mientras me observaba con cara de pocos amigos. "Vale", balbuceé con gran dificultad a modo de respuesta.

Mi agonía se esfumó en un segundo. Escuché el intercambio de risas entre mi padre y el director. Era inacapaz de levantar la cabeza y lo único que podía hacer era observar los zapatos marrones de mi padre y los negros del director. Sus zapatos brillaban, a pesar de desconocer de dónde provenía esa luz. Aquel brillo me inundó de miedo.

11 de Abril. (Años 22)
[E]

Fui solo a ver el mar. El océano estaba más azul y profundo que nunca. La luz del sol se reflejaba en la superficie del agua y el viento soplaba a través de los árboles. Lo único que había cambiado era el hecho de que estaba realmente solo. Cuando presioné el obturador, la escena cambió. Volví a aquel día hace 2 años y 10 meses, pero pronto se desvaneció. Ese día estábamos juntos, uno al lado del otro, frente al mar. Siempre estaba cansado y no tenía nada, pero, al menos, estábamos juntos.

Di la vuelta con el coche y pisé el acelerador. Pasé el túnel y paré. También pasé de largo el colegio al que fuimos juntos y abrí la ventanilla. Hacía una noche primaveral. La brisa era cálida y los árboles de cerezo se alineaban junto a la valla del colegio. Después, pasé algunos cruces hasta que vi las luces de la gasolinera donde trabaja Namjoon.

LOVE YOURSELF 承 'Her' [The Notes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora