Los Ángeles, 2:32am.
Te necesito, Noah. Me dije a mi misma, acariciando su cabeza, él ya estaba algo dormido, ambos estábamos acostados en mi cama, Noah en el borde y yo contra la pared. Me encantaban esos lunares, esa nariz, y más esos labios, eran exquisitos. Me levanté a tomar un poco de agua, pero desgraciadamente me doble el pie en medio de la puta escalera, solté un gritillo silencioso, e inflé mis mejillas como una niña pequeña para no despertar a Noah.
Proseguí a caminar adolorida a la cocina, maldita seas escalera. Bufé al llegar a la cocina, abrí la nevera y saqué una gaseosa pequeña, me senté en la mesa y comencé a tomarla. Alguien me toma por la cintura, me pegué menudo susto, lo que hizo que largara la botella a la verga. Por suerte estaba tapada, suspiré aliviada por la alfombra. — Ahh... Millie... — Me llamó. — ¿Qué pasa ahora? — Pregunté viéndolo y él señaló un rastro de gotas de sangre en la alfombra. ESPEREN, ¿QUÉ FECHA ES HOY? NO CHINGUES. Corrí al baño y me metí a la ducha avergonzada, no me podía pasar algo peor. Noah tocó la puerta y la abrió lentamente, entró y se sentó conmigo dentro de ésta. — Tranquila Mills, soy tu novio, no te juzgaré por eso, además, te entiendo. — Dijo con esa encantadora sonrisa de siempre. No podría pedir más, es perfecto.
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J ú r a m e l o [ Completa ]
Romance- ¿Cómo poder creer en tí cuando ya me haz mentido un millón de veces, Noah? - - Sólo necesito que creas... que te amo más que a nadie en éste mundo, con eso es suficiente. -