Hambriento Deseo

Notas de la Autora

Hola, soy Alice y no, esto no es un nuevo capítulo. La historia ya terminó, para bien o para mal. Lo que ves hoy al final de este pequeño proyecto son eso, simples notas, si es que tenías alguna pizca de curiosidad sobre algún aspecto de la historia o de donde vinieron diferentes aspectos de la misma entonces aquí es donde espero poder contestar a tus dudas, por otro lado, si esto no es de tu interés ¡Gracias por leer hasta este punto! Cualquier comentario o crítica me ayuda mucho, por favor, no dudes en dejar una estrella en alguna parte si te gustó y te deseo un buen día.

Primeramente creo que había que comenzar por el protagonista: el deseo. La historia, como es esperable, comenzó con él y todo lo creé alrededor de su figura: un monstruo, un ser que solo sabe hacer daño y producir los crímenes más deleznables. No obstante quería darle un pequeño giro.

Originalmente la historia iba a ser protagonizada por un hombre quien se veía acosado por este ser trabajando como vigilante de un hotel perdido de la mano de Dios, acabé el primer capítulo no obstante había algo que no me gustaba de la historia: me aburría. El chico no resaltaba más que el ambiente que lo rodeaba y para una historia corta no podía colocar muchos personajes que lo complementasen así que me fijé en el monstruo y me puse a pensar en qué lo llevaba a matar.

Esto me llevó a otro aspecto de su concepción: el amor. Nunca he sido para nada una fan del romance, ni mucho menos, pero comprendo la necesidad humana de encontrar aquella persona que se compenetre consigo, su media naranja, su verdadero amor, y decidí convertirlo en la motivación de este ser con el pequeño giro de que, al no comprender del todo la naturaleza humana los veía como juguetes desarmables que podía unir para crear al objeto de su deseo.

Fue al decidir que se trataría de un deseo que pensé que debía venir de alguien, de alguien que generalmente controlaría dicho deseo de salirse de control, fue así que nació el personaje que se observó en los últimos capítulos.

Terminando con la concepción del deseo me gustaría señalar que la idea nació en julio, mientras me iba de vacaciones a un hotel en una montaña algo lejana. Las inspiraciones evidentes sobre la forma y las características físicas del deseo son creepypastas. No soy fan de los creados en los últimos años pero conozco de sobra al legendario Slender Man y a The Rake, que son algo más antiguos, ellos fueron una inspiración directa. De allí que se presuma muchas veces que nuestro protagonista tenga cientos de años a sus espaldas.

Otro de los aspectos es la utilización de una justificación mágica o mística para la presencia del ser, que admito, no es precisamente necesario ni mucho menos para el punto de la historia donde se da a conocer, ni siquiera era parte de la idea inicial pero cuando introduje el pasillo de rosas supe que tenía que colocar esa implicación, el cuerpo me pedía colocar la raíz de ese lugar.

El pasillo de las rosas, con una representando cada vida perdida era una idea que existió de alguna manera desde la idea anterior del hotel, era una forma de enfatizar que esa realmente era una tumba y graficar la disparidad entre el monstruo y el humano (que originalmente iba a ser otro personaje), al final, con el paso de los capítulos, decidí hacer que fuese esa diferencia lo que marcase el cambio entre el lecho del ser al santuario del humano caído que le dio vida.

Finalmente, uno de los aspectos más evidentes a la hora de la lectura, es que cada capítulo está titulado bajo cada una de las fases de la pérdida a excepción del inicio y del final, esta historia nunca fue hecha para tener un final feliz ¿O sí? Depende de cómo lo veas.

De nuevo, muchas gracias por leer mi historia corta, espero hacer más de estas en el futuro, tu opinión como lector es muy importante para mí así que si eres tan amable me gustaría leerla en los comentarios, saber en qué debo mejorar o que debo mantener. No sabes cuán importante es para mí que hayas leído hasta este punto, si la historia te gustó espero poder seguir complaciendo tus gustos en un futuro, si es que me das la oportunidad, sino, lamento no haber cumplido tus expectativas, para la próxima será. ¡Te deseo lo mejor!