¿Solo amigos?

Vecinos alocados

Sigues caminando mirando la universidad. Diego ya te explicó todo lo que necesitas saber, lo mismo de siempre. Ambos se encuentran en un pasillo yendo hacia la cafetería.

-Bueno, cuéntame algo de ti- miras al oso y ladeas la cabeza.

-No sé que puedo contarte, soy alguien bastante normal. Me gusta lo que a todos, pero no me dejo influenciar- dices caminando con las manos en los bolsillos.

-Me imagino entonces lo que puede gustarte- ¿cómo puede imaginarse? Que rarito.

-Eso es raro- lo miras extrañado, él solo ríe.

-Puede ser peor- eso es espeluznante y perturbador, que puede estar imaginándose. Aunque su sonrojo lo dice todo.

Ves que Diego se detiene y se recuesta contra la pared.

-¿Estas bien?- dices confuso.

-Si, solo muévete del camino.

-¿Qué?- te quedas en el medio del pasillo confundido.

Escuchas un ruido, acompañado de gritos.

-¡¡No me atraparás!!- un conejo bastante "grande", para no decir que seguramente vive en el gimnasio, se aproxima corriendo hacia ti mientras lo sigue un rinoceronte enfadado que tiene buenos músculos y un poco de barriga.

¿Acaso todas son bestias musculosas en este lugar? Miras a Diego y se te borra ese pensamiento.

-¡¡VEN AQUÍ COLA ESPONJOSA!!- ríes por su comentario.

El conejo esta por chocarte, le das la espalda en reflejo, salta sobre ti usándote de trampolín. Para ser alguien bastante grande no pesa mucho.

Ahora viene lo peor, el más grande simplemente te tacleó y siguió su persecución.

-¡Lo siento!- escuchas mientras estas en el suelo. Por lo menos se disculpó.

El oso te ve en el suelo y comienza a reírse, pasados los minutos te ayuda a levantar.

-Por eso querías que me mueva.

-Exactamente- ya sabes para la próxima -El conejo se llama Flip y el rinoceronte Ren... Aunque no lo creas, su habitación esta al lado de la tuya y asi son casi todos los días.

Será divertido convivir con ellos.

O eso esperas.