☆18☆

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•Tiempo•

—pero me siento bien — más que una afirmación sonó como una excusa por parte de la menor, Janna suspiro fastidiada sin dejar de empujar a la mencionada.

—no lo tomes a mal Lux, pero incluso tu hermano notó el estrés que hay en ti— dijo antes de llegar a las orilla de la acera.

—¡pero!

—¡nada de peros!— subió su tono asustando a la dama luminosa — se que debemos ser más fuertes, se que quieres demostrarle a esa chica arrogante que nos necesita, pero a este paso, tus errores son más evidentes —musito de forma más calmada mirando a la más baja directo a los ojos— tienes que relajarte Lux... O tomarás una decisión que te hará arrepentirte por toda tu existencia —susurro mirando al cielo.

—entiendo...— Lux bajo su mirada apenada, Janna tenía razón las tres semanas que habían pasado, estaban llenas de demasiada presión y la humana sentía que sus compañeras no daban para más. —¿a dónde iremos? — cuestiono una vez pensada las cosas.

—el apuesto humano Taric nos recomendó la playa —Lux ladeo su cabeza confundida, y de sus labios salió aquella palabra como sí fuera una incógnita.

—¿lux ? —poppy llamo a la líder cuando notó su duda ante las palabras de Lulú— ¿la playa es un lugar peligroso?—cuestiono.

—no... No, no es eso... Es sólo que...—formo una mueca pensativa antes de continuar —no es nada importante, venga vamos de una vez.

Las guardianas miraron confundidas a su líder, antes de subir al auto, el viaje fue largo, casi a las afueras de la ciudad, el mar era un lugar realmente hermoso, las yordles lo admiraban emocionadas antes de correr al agua y refrescarse.
Janna bajó con cuidado juntó a Céfiro y Pix, llevándolos en sus hombros, y por último Lux bajo insegura mirando el lugar con nostalgia.

La mañana se pasó tranquila, con una Janna leyendo bajo la sombra de aquella sombrilla, una Poppy jugando a construir fuertes de arena junto a Lulú y una Lux sentada en la arena mirando las olas.

—Lux— la voz de Poppy tras ella la asusto por un momento —¿puedes hacerte a un lado ? Estorbas —señalo la de coletas picando a la humana con la pala de juguete que le presto Lulú. Lux miro el camino que la de cabello azul había echo gracias a la herramienta y entendió la referencia de inmediato.

—vale — se levantó con cuidado mirando a la más baja — iré a dar una vuelta — anuncio antes de marcharse.

—¿qué le has dicho? —Lulú miro molesta a su compañera al ver como la de melena rosa se iba lejos —debes de ser más amable Poppy.

—oye, soy amable —bufo molesta —ella es la que anda rara desde que llegamos—señalo.

—¿deberíamos ir tras ella?

—es mejor dejarla sola, según Garen, para Lux el volver aquí es un gran dolor— señalo antes de volver a su labor.
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El cielo se volvió de un tono rojizo, la atardecer hacía de la suyas mostrando un hermoso paisaje, las huellas en la arenas eran ocultadas por el agua salada, y las aves volaban con lentitud hacia el alba.

Luxiana admiraba con ansiedad el atardecer, sintiendo un dolor terrible en su pecho, desvió su mirada al mar, intentando calmar sus pensamientos, sus ideas, pues una figura blanca la llamaba en sus sueños en mente...

Lux se detuvo al ver un cartel de peligro y miro de nueva cuenta al mar, las olas eran enormes, gigantes y desaparecían gracias a las enormes rocas, el letrero simplemente prohibía el surf en esa zona, pues los accidentes en ese lugar eran brutales, sólo un demente se le ocurriría entrar al lugar, y como sí hubiera llamado al susodicho, una joven de trenzas largas apareció entre las olas, domando con facilidad su tabla de surf.
La joven de cuerpo esbelto, chillaba emocionada dando sus giros sobre el agua, disfrutando del aire salado en su cara, la dama luminosa, se quedo pasmada admirando a la surfista, sintiendo como su corazón latía con vigor, a cada movimiento de la aparentemente más alta, en ese momento la felicidad reino, hasta que una enorme ola devoró a la contraria.

Lux miro asustada a todas direcciones, en espera de la salida de la contraria, pero lo único que sus ojos vieron fue la tabla echa pedazos.

—por las estrellas —susurró antes de correr al agua y sin pensarlo sumergirse, una vida estaba en peligro y su deber es salvarla, como guardiana, como humana...

Gracias a su emblema la búsqueda fue más fácil, pues su fuerzas eran mayores, y sin querer agradeció al aire tóxico de Zaun, para ayudarle a aguantar su respiración por más tiempo, la joven surfista estaba inconsciente atorada entre rocas y "ramas" hasta que Luxiana la libero y llevo a la orilla.

—por favor respira —susurro acercando su rostro al contrario, junto sus manos con cuidado y precio el pecho de la contraria— venga respira —bajó con cuidado acercando sus labio a los ajenos sintiendo como sus nervios aumentaban.

El toser de la surfista detuvo a la menor suspirando aliviada. Lux tomo a la contraria entre sus brazos ayudando a incorporase y dejando que expulsara el agua consumida.

—¿que demonios me paso? —interrogo ronca y cansada.

— una ola te a tumbado, tuviste suerte que pasaba por aquí.

—suerte— susurro mirando a la contraria — yo diría destinó— dijo antes de levantarse con dificultad asustando a la más baja.

—espera no deberías forzarte tanto, aún estas débil y— fue callada de inmediato, pues sus labios se encontraban presionados por los contrarios.

La guardiana quedo pasmada en su lugar antes de caer de sentón, aquellos dulces labios, suaves y sabor cereza, la habían besado, y la de cabello rosa aún no entendía el por que. Sus mejillas enrojecieron y su me te se apagó, ni siquiera se percató de la despedida de la más alta ni de la voz de Lulú llamándole preocupada....
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—cuando niños vivíamos aquí —Garen sirvió el último palto antes de sentarse junto a las demás— es normal que ella esté así, es un golpe fuerte.—miro las escaleras preocupado.

—esta durmiendo —fueron las palabras de Janna antes de tomar asiento.

—¿Se pondrá bien?— Lulú miro a los mayores preocupada.

—sólo necesita tiempo...
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☆Guardianas Estelares☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora