Pov Wendy.
Sucedió aquel lunes por la tarde.
Me encontraba realmente feliz, pues después de dos horas en un mismo salón, en una clase evidentemente aburrida (matemáticas), al fin podía salir. Al fin había terminado mi día en la secundaria.Mientras guardaba mis útiles, miraba con agobio a todos mis compañeros, quienes salían corriendo del salón a una considerable velocidad, como si algo o alguien los persiguiera.
Simplemente no lo entendía. Desde que nuestro compañero Ulises había desaparecido, media escuela (sino es que toda), comenzó a esparcir rumores absurdos y completamente descabellados en torno a mi amigo Ulises. Los rumores iban desde brujas o secuestradores, hasta fantasmas o espíritus que aparecían al final de clases. Si no salías antes de que fueran las 2:50, el fantasma iría por ti.Simplemente estúpido. Eso no tenía sentido alguno.
Nadie era tan tonto como para quedarse veinte minutos más después de la hora de la salida...a menos de que el profesor Adrián te haya castigado y forzosamente tengas que quedarte a barrer un salón cualquiera. Eso le sucedió a Ulises antes de que desapareciera. Por eso todos inventaron ese mequetrefe.
Para nuestra mala suerte, tanto los profesores como los alumnos entramos en crisis. El miedo comenzó a crecer a causa de este incidente. Nadie sabía a ciencia cierta que había sucedido con Ulises. Era como si la tierra se lo hubiese tragado...
La mayoría de los alumnos corrían a la salida con el propósito de no desaparecer justo como desapareció Ulises. Simplemente patético...A pesar de todo, yo tenía la costumbre de salir rápido de la escuela. Nada que ver con los rumores o historietas fantásticas, sino por que prefería mil veces ser la primera en llegar a nuestro transporte para poder ganar los tres lugares más cómodos que había ahí...
Y ahí estaba...presenciando el "miedo" que cualquier alumno del sitio pudiera sentir por unas cuantas palabras que lamentablemente se habían vuelto creíbles.
Iba por la entrada del plantel dirigiéndome a mi transporte. Estaba tranquila, hundida en mis pensamientos como la mayoría del tiempo.Si no hubiera sentido repentinamente cómo alguien me jalaba del brazo, yo hubiera seguido envuelta en mi burbuja de fantasía.
—¡Wendy!— Exclamó una voz que se me hizo sumamente conocida— ¿Qué tal estás? Hace rato que ambos no hablamos...
Cuando me giré a ver quién era, me encontré con Manuel; un amigo mío que asistía en el taller de diseño arquitectónico a mi lado. Ambos éramos de distinto salón pero pasábamos tiempo de calidad juntos. Teníamos demasiadas cosas en común, por lo cual no fue difícil llevarnos bien.
—Hola Manuel, yo estoy muy bien ¿y tu?— Contesté— ¿De qué clase saliste?
—Salí de español— Respondió con una sonrisa mirando a sus alrededores.
—Oh ya veo. Al parecer la profesora Cristina los está dejando salir temprano...— Dije meramente sorprendida. Una de las materias que más aborrecíamos todos los alumnos era español, puesto que los profesores solían dejarnos salir demasiado tarde de sus clases. Aún peor si era la última hora de jornada del día.
—Pues si. Hoy nos dejó. Es como una cárcel estar ahí adentro...— Habló dejando notar su pesadez pura— Pero bueno...en realidad no vengo a contarte mis aventuras en clases como aquella. En realidad quiero hablar contigo.
ESTÁS LEYENDO
ËRRÕR
RandomNOTA: Esta historia contiene personajes interpretados por gente real relacionada con la escritora. Quizá algunos contextos no se entiendan muy bien Sinopsis: Ulises ha desaparecido. La incertidumbre y preocupación en la secundaria técnica 77 comienz...