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9. Cuerpo desconocido.

Lian, Daniela y yo nos dirigimos de nueva cuenta a la dirección. Daniela llevaba las herramientas que aseguró, nos servirían para abrir esa puerta.

Aunque no lo demostraba ni en mi rostro ni en mis acciones, aún estaba nerviosa por lo que nos habían dicho los chicos antes de entrar al taller de mecánica. No tenía ni la menor idea de qué había sucedido instantes antes de que Lian, Daniela y yo llegáramos. Tampoco quería esperar media hora o hasta que nos volviéramos a reunir para que los chicos nos contaran la razón por la que Emmanuel se encontraba vomitando. La razón de sus caras serias y llenas de angustia.
Al parecer mi equipo estaba en las mismas condiciones que yo, un poco confundidos por aquello.

Por alguna extraña razón, una vez llegamos al lugar, los chicos ya no estaban por los baños, y la puerta de la dirección se encontraba...¿entreabierta?

—¿Pero qué mierda?— Exclamó Lian asegurándose de que en verdad la puerta ya no tenía ni candado ni seguro.

—A ver a ver...— Habló Daniela agitando la cabeza de lado a lado— La puerta hace casi nada se encontraba cerrada....¿Qué sucedió?

—N-no lo se...— Dije confundida. Un momento de silencio por parte de los tres se hizo presente.

—...

—...

—...

—¡¡¡Aprovecha el bug!!!— Gritó Daniela como si eso se tratara de una broma. Soltó todas las herramientas que tenía en las manos para comenzar a adentrarse a dirección.

—¡¡Hey no nos dejes acá!!— Grité dispuesta a seguir los pasos de Daniela.

—¡¡E-espera!!— Gritó Lian en una tonada más nerviosa. Me tomó por los hombros impidiendo mi movimiento. Parecía no querer que entrara al sitio

—¿Qué pasa Lian?— Pregunté girándome un poco para ver su rostro.

—No puedo ser el único idiota que piensa que esto es extraño. ¿Porqué de la nada la puerta ya estaba abierta?  ¿Qué tal si es una trampa de algo que ha estado escondido por ahí?— Habló mientras me veía. Era la primera vez que lo veía tan angustiado desde que llegamos acá.

—¿Trampa? ¿Qué clase de trampas habría aquí?

—No lo se...¿Qué tal si es verdad de que alguien se adentro a la escuela mientras estábamos aquí y asesinó a Dulce? ¿Y qué tal si ahora mismo...nos encontramos con alguien más?

—Te preocupas demasiado..— Dijo Daniela que se asomó por la puerta para jalarnos a ambos hacia adentro de esta.

—¡¡Espera maldición!! ¡¡No seas tan brusca!!— Se quejó Lian soltando un gruñido. Acomodó un poco la ropa que Daniela había jalado, resignándose enseguida a hacer algo para detenernos.

—Bien. Ya estamos aquí. ¿ahora qué?— Pregunté alzando mis hombros.

—Hay que explorar todas las computadoras y ver en cual de ellas están las grabaciones de las cámaras— Contestó Daniela— Aunque...supongo que estarán en la sala del director.

—Da igual...yo revisaré la de el profesor Adrián— Dije en un susurro buscando la computadora del nombrado.

—¿Y si yo las espero afuera?— Dijo Lian. Daniela y yo lo miramos con una cara de indiferencia y agobio.