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2. El comienzo.

⡠﹞⚘﹝⠢Al día siguiente

—Bueno, ya estamos todos...

Eran aproximadamente las dos de la tarde del siguiente día. Todos los chicos que habíamos recolectado, Manuel y yo, estábamos reunidos para pasar a la siguiente fase. Teníamos demasiadas cosas que horas antes habíamos traído de casa, incluso organizamos una lista un poco parecida a esta:

¿Qué de quién era la letra? No tengo ni puta idea.
Decidimos dividirnos en equipos para agilizar el paso y así investigar la mayor parte de la escuela. Todos cooperamos y llevamos las cosas que creímos, podíamos utilizar.

—Atención por favor...— Dije tratando de llamar la atención de todos los presentes  en total éramos 13 personas— Hay que buscar un lugar para dejar esto- Señalé las mochilas con las que contábamos-— Después cada quien deberá elegir un escondite en el cual permanecer por lo menos hasta que todos los directivos se vallan...

Nuestro plan era escondernos en algún sitio donde no nos miraran, para después salir a flote unas cuantas horas después. Era la única forma de poder permanecer en el plantel sin antes ser vistos. Parecía complejo y me sorprendía que todos, absolutamente todos, hallan entendido.
No es por agraviar...pero Manuel no consiguió personas muy inteligentes que digamos.

—Ok. Creo que me esconderé en la cooperativa— habló Fernanda sacando algo de dinero de su bolsillo— Le pido permiso a Laura y pues...le dejaré esto— Señaló su mano con una buena cantidad de billetes

Fernanda es conocida como la "rica" de nuestro salón. Sus dos padres trabajan y le dan un buen gasto. Es más que obvio que intentaría sobornar a Laura (la chica de la cooperativa) para poder quedarse dentro.

—¿Y como sabemos que no te vas a tragar nada de lo que hay ahí? Fernanda te conozco. Puedes comer lo que sea sin rencor...deberías regularte un poco mientras estás ahí dentro— Dijo Enya rodando los ojos— Yo me esconderé en el último baño de niñas..

Enya. Una de mis compañeras de salón. Decidimos llamarla pues tiene un carácter fuerte y hasta cierto punto autoritario. Ella era perfecta para la investigación, y además de eso, era de confianza.

—¿Creen ustedes que sea buena idea esconderse en el invernadero?— Preguntó Carlos jugando nervioso con sus manos.

El invernadero era un lugar muy seguro pues ahí no iban profesores, además estaba muy alejado de los salones. Se encontraba casi hasta el fondo de la escuela por las canchas de básquetbol. Al haber demasiadas áreas verdes sobre la escuela era casi imposible que alguien mirara cerca del invernadero.