Project: Love [camren]

capítulo 3

«Millie por fin había reconocido cómo era su esposo Jason. La trataba mal, la obligaba a hacer cosas que ni ella imaginaba que haría, estaba condenada a sufrir si seguía con él, pero ya era demasiado tarde. Jason era un tipo sin escrúpulos. Era desconfiado y lo demostraba cuándo Millie conocía a alguien más en la empresa sin ninguna intención. Millie no le daba razones para ser así. Millie estaba perdida y solo una persona podría ayudarla a encontrarse. Elizabeth Hawkings.

—Fragmento de la nueva obra de Lauren Joyce, Project; Love.»

~•~

MIENTRAS EN UN APARTAMENTO:

Lauren Joyce había llegado al apartamento que le indicó la manager de Camila Chester. Era un sitio totalmente lujoso y elegante. Para ser honestos, eso hacía que Lauren se sintiera aun más cómoda por el estilo de vida tan refinado y parecido al suyo que Camila Chester podía llegar a tener.

El apartamento era precioso y por su apariencia muy caro. Sin duda, el interesarse por la interpretación de Camila Chester en su obra había sido una buena elección, pero tendría que esperar la respuesta de Camila hacia el proyecto, no todo era la simple apariencia.

Joyce llamó al timbre y le recibió una chica alta, rubia con el pelo rizado. La rubia analizó a quien tenía delante, y decidió cortar el silencio incómodo, aunque unos segundos antes se adelantó Lauren.

—Buenas, busco a la señorita Camila Chester. Soy Lauren Joyce—se presentó educadamente Lauren, queriendo estrechar la mano. Dinah accedió por educación.

—Claro, la señorita Chester está en su sala ahora—añadió Dinah, estaba claro que en realidad no le agradaba la presencia de Lauren—, iré a avisarla, siéntese—dijo mientras se iba, pero recordó que no se había presentado—. Por cierto, soy Dinah Jane. Manager de  la señorita Chester.

Lauren asentía con la cabeza cada palabra que Dinah soltaba. Algo le decía que Dinah era un poco rencorosa con ella, o simplemente solo sería timidez. De todas formas, si Camila aceptaba esa oportunidad iban a verse mucho Lauren y ella. Lauren hizo caso a Dinah y se sentó en el sofá de terciopelo que estaba detrás de ella.

Justo delante tenía un ascensor, el apartamento de Camila disponía de toda clase de lujos. Habían esculturas preciosas, una pecera gigante y todo eso le fascinaba a Lauren.

Tan fascinada que nisiquiera se percató de la llegada de Camila, que la miraba fijamente desde un poco después de salir del ascensor.

—Veo que le gusta la decoración de mi apartamento, ¿no es así?—añadió riendo Camila, Lauren al escuchar su voz dirigió su mirada a sus preciosos ojos marrones—, un gusto encontrarle por aquí, señorita Joyce. Estaba esperando que usted llegara mientras ensayaba algunos guiones de otras obras—decía Camila acercándose más a Lauren—. ¿Le apetece tomar un trago?

—Señorita Chester—añadió Lauren con la voz entrecortada—, no sabía que había llegado. El gusto es completamente mío, su apartamento es hermoso y la decoración aún más—sonrió divinamente—, tiene usted un buen gusto para la decoración de interiores.

—Muchas gracias señorita Joyce—dijo Camila fijándose lentamente en los ojos de la mujer que tenía delante—, si te soy sincera no sabía que después de tus libros estuvieran esos ojos verdes... ¡cómo cambia una escritora en persona!—añadió Camila entre risas. A decir verdad, las dos mujeres estaban igual de nerviosas.