CD9 "Nuestra Historia"

"UNA MIRADA AL PASADO"

"DESDE CHICO TUVE QUE AFRENTARME AL MUNDO REAL, AL MUNDO ADULTO, Y ME DI CUENTA DE QUE NADA ES FÁCIL."

Tengo hermosos recuerdos de mi infancia en Villa de las Flores, que es un sitio en Coacalco, Estado de México. Cuando yo vivía ahí, era u. Lugar muy bonito, me gustaba mucho. La casa donde crecí, tiempo antes de mudarme con mi familia a la Cuidad de México, estaba en la calle Guirnalda. Si tuviera que usar una palabra para mi niñez, sería ¡única! Mis papas, Martín y Columba, la hicieron muy especial Gracias a su gran facilidad para expresarnos a nosotros, sus hijos -Martín, Diego, Braulio y yo-, sus sentimientos y decirnos siempre, de mil maneras, que nos amaban. Creo que esa capacidad es considerada extraña hoy en día, quizá por eso no he encontrado otra familia tan cariñosa y unida como la mía. Por el contrario, de chiquito le parecía muy rara la relación que tenían mis amigos con sus papás, porque entre ellos no se decían: "Oye, ma, te amo", ni ese tipo de frases que a mí me parecían tan normales. De echo, para ellos la relación con mis padres era la extraña, pero lo que sucedía, supongo, eso que les daba pena decirles a sus papás "te quiero". Afortunadamente, yo nunca he sentido eso. ¿Por qué me daría vergüenza decir lo que siento?

Para que te des una idea de la familia tan especial que tengo, te voy a contar algo padrísimo, una costumbre de mi papá para celebrar el Día de las Madres: como él es músico -toca varios instrumentos y canta muy padre-, nos ponía a mí y a mi hermano Martín a grabar canciones para mi mamá, y después le regalaba el disco. Bueno, la cosa es que mi papá nos puso el ejemplo y desde entonces tenemos ese tipo de detalles no sólo con ella, si no con todos los integrantes de la familia; eso nos hizo personas muy sensibles y cariñosas.

Nunca hemos sido una familia de mucho dinero ni nada por el estilo, por eso desde Niño fui consciente del esfuerzo que hacían mis papás por darnos a mí y a mis hermanos lo mejor. Puedo decir, sin duda, que son mi ejemplo, porque le echaron muchas ganas para sacarnos adelante, darnos comida. Vestirnos y educarnos. Soy testigo de los sacrificios que hicieron por nosotros y eso es algo que admiro muchísimo de ellos. Mis papás trabajaban muy duro en una cafetería que tenían cerca de Perinorte -a las afueras de la Cuidad de México-, y cuando la atendían, mis hermanos y yo nos quedábamos con mis abuelitos, quienes nos cuidaban hasta la noche. En aquel tiempo vivíamos en un departamento, pero por problemas económicos tuvimos que mudarnos a la casa de mis abuelos maternos, donde estuvimos hasta que cumplí 14 años.

Pese a sus limitaciones económicas, nunca nos faltó nada; al contrario, mis papás nos inscribieron en buenas escuelas, nos compraron lo que necesitábamos y más, hasta nos organizaban fiestas de cumpleaños muy padres y cosas así. Pero las crisis económicas aparecían de pronto y yo me preocupaba muchísimo, me ponía muy nervioso por que quería ayudarlos, pero ¿Cómo?, ¿Qué podía hacer si era muy chiquito? Mi forma de echarles la mano era no exigirles ni pedirles cosas, ese tipo de desiciones con las que pensaba que podía ayudarles: si nos llevaban a comer una hamburguesa, no pedía la más cara, nunca me latió ser exigente. Normalmente cuando eres niño, piensas que todo es muy sencillo y que el dinero se da en los árboles, pero no fue mi caso. Desde chico tuve que enfrentarme al mundo real, al mundo adulto, y me di cuenta de que nada es fácil y que debes esforzarte por lo que quieres. (X2 yo también tuve que enfrentarme al mundo real y no exigía nada, me aguantaba a lo que había, mi familia  trabajaba muy duro para darme lo mejor, por eso la valoro y la aprecio demasiado y la amo, la vida no es color de rosas).

"SI TUVIERA QUE USAR UNA PALABRA PARA DESCRIBIR MI NIÑEZ SERÍA ¡ÚNICA!"