SUTRA

CAPITULO 1: SUBASTADA

Me llamo Isabella Brewster  y tengo 17 años . 

Hoy me siento desesperada, mi padre esta pasando una crisis y los doctores no saben si sobreviva a la misma.

Me encuentro en una sala fría de hospital confiada de que mi padre saldrá conmigo de aquí y que todo estará bien

-Debes ir a casa a descansar- dijo una de las enfermeras

-No puedo-respondí.

-Te enfermaras.-me advirtió.

-No puedo dejar solo a la única persona que tengo- añadí 

- Seguramente habrá algún familiar a quien puedes acudir-dijo mientras acomodaba un poco mi alborotado cabello

-No lo hay-conteste- Solo somos el y yo y no se con quien quedare.- me lamente y algunas lágrimas recorrieron en descenso por mis mejillas

-Ya veras que no todo puede ser tan malo- me dedico una mirada de lastima, una como la que recibe un cachorrito cuando es abandonado a su suerte. 

Me sentí patética.

-Puedo pasar a verlo un momento- pedí

-No por el momento quédate afuera.-me ordenó cerrando la puerta de la habitación de mi papá.

Me senté en una banca cercana a reflexionar  sobre que seria de mi existencia y supervivencia sola en este mundo.

Mi madre me abandono cuando yo apenas era una bebe y desde entonces la única persona que tengo en el mundo es mi padre.

Aunque mi padre no es un hombre muy dulce o amoroso es la unica persona a la que puedo acudir.
Desde que su terrible enfermedad apareció nuestra vida se dificulto aún  mucho más
Los minutos pasaron hasta que la puerta se abrió de nuevo

-Lo siento mucho.-Anuncio un avejentado doctor de cabellos platinados y formal presencia.

-Dígame que no murió.-me levante y corrí irrumpiendo en la habitación donde estaba mi papá , aun acostado en su cama.

-¡No puedes dejarme !-exclame agarrando su mano,las lagrimas inundaban mi rostro mientras intentaba procesar tanto dolor
-Lo siento señorita- dio unas palmotadas sobre mi hombro  - no hay nada que pueda hacer.

Mi padre había fallecido, su corazón ya no latía mas,  y ahora solo era yo, ya no había un nosotros, ya no tenia familia, ahora era solo yo, una huérfana mas.
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Desperté en mi habitación  entre cajas y papel esparcidos por todas partes

  Un féretro , muchas rosas y personas desconocidas son lo ultimo que pasa por mi cabeza.  

-¿Qué sucede?-pregunté a un hombre que cargaba algunas cajas

-Te mudaras- sentencio el moreno

 ¿Mudarme? ¿Cuanto tiempo a pasado?

Salí al pasillo y se llevaban absolutamente todo. 

-¿Qué ocurría aquí?- grite pero nadie se detuvo a darme una respuesta

-Ven-me dijo una mujer de cabellos dorados .-Soy Laura y ejecuto tu mudanza.

- Yo me quedare aquí, esta es  mi casa- sentencie

-No podrás pagar la hipoteca y aun eres una niña, debes estar a cargo de un mayor.-me advirtió- solo arma tus maletas , es lo que mas te conviene.

-Iré pero le aseguro que esto no es mas que un error.

-Sígueme- dijo cortante

Con algunas maletas en mis manos salí a donde la mujer me guió.

Un chofer condujo hasta uno de los barrios más peligrosos de la ciudad hasta detenerse en lo que parecía un local clandestino.

Esto no era mi idea de un orfanato-pensé

-¿Esta es mi nueva casa?-pregunté mientras  analizaba el abrumador ambiente

-Manten el silencio.-Ordeno

¿Quien se cree esta gente ? Podre ser huérfana pero eso no la convierte en nada parecido a mis padres.

Entramos  entre la concurrencia y me dirigió a una habitación .

Me encontré con mucha gente sentada  frente a un pequeño escenario

-Es hora.-dijo un tipo tomándome del brazo.

- Isabella Brewster -Llamo una mujer y me dirigi hacia allí.

Me pare  frente a todos y rápidamente mi presencia llamo la atención de sus miradas.

¿Acaso nunca han visto a una chica? Dejen el acoso-quise gritar pero sentía temor, el temor de estar desamparada sin nadie que pudiera intervenir por mi integridad.
Y esta gente no tenía buena pinta.

-1.000 de dólares -grito un anciano

Me aterre ¿Que esta pasando?¿Estoy siendo vendida? ¿Como podre escapar?  

-$1500-dijo una rubia con aspecto de projima

-$2.000- grito alguien más. 

- ¿soy un ser humano? Esto es ilegal –pensé para mis adentros

-$3000 dólares

-$3500-nombró una mujer más atrás.

¿Alguien se había puesto a pensar como me estaba sintiendo?

- Un millón de dólares- grito un joven  a quien casi no le veia el rostro por la poca iluminacion del lugar.

Al instante todo se quedó en silencio. Varias miradas se cruzaron en el salón ¿Acaso perdió la cordura? Era demasiado dinero

-¿Nadie más?-dijo la mujer de a frente.-Ya es suya- sentencio

No soy de nadie- me queje  y mientras comenzaban  a retirarse del luga vi mi momento de escapar.

-No es tan fácil-me dijo tirando fuertemente de mi brazo.- vamos-ordeno

-¿Y quien eres tu? -pregunte enojada

-Busca tus maletas, nos vamos-ordeno ignorando mi pregunta

me obligaron a tomar mis cosas y subirme al auto de este hombre.

-Bien-dijo tomando las llaves .-te llevaré a casa.

Subí en silencio, estaba segura que pronto  tendría oportunidad de escapar.

-¿Cómo te llamas?-su mirada me alcanzo por el retrovisor por unos segundos para volver a la carretera.

- Isabella Brewster y ¿tu?

-Kenneth- dijo sin despegar los ojos del camino.- Kenneth Lewis
- ¿ Sabes lo que acabas de hacer?- pregunte enojada.
- Acabo de salvar tu lindo trasero- contesto- eso es el mercado negro y nadie ahí te quiere para cosas buenas?
- ¿ Eso te incluye?- pregunte temerosa
- Tengo mejores planes para ti, no como aquellos que te querían para vender tu cuerpo o tus organo- chasquió la lengua- ¡que más da eso ahora!
Con aquello no sabía si debía confiar más y agradecer mi suerte o temer por las cosas que oculta este hombre.