CAPITULO 9: HAGAMOS UN TRATO

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Kenneth dio un salto de susto y rápidamente volvió su mirada al jarrón hecho trizas

-Si, hablamos luego, parece que en mi casa hay espíritus atormentados que no pueden descansar bien- dijo sarcástico

Camine rápidamente en dirección a las escaleras.

-Isabella-dijo secamente.- Ven aquí, sé que eres tu.- Me llamó desde el marco de su puerta .

-Dime. ¿Qué quieres? Desde aquí puedo escucharte.

-Quiero que vengas aquí, a mi habitación.-insistió.

Me puse nerviosa, ya fui descubierta y no tenía una cuartada para justificarme.

No me estaba hablando de mala manera, y eso me sorprendía mucho al mismo tiempo que me estremecía de miedo.

Bien, esto merezco por no ser una buena espía-me dije a mis adentros.

-¿Qué quieres Kenneth?-pregunté fingiendo fastidio.

-Dos cosas.-dijo observándome.- Primero, quiero que dejes de escuchar mis conversaciones privada.-me quedé callada.- Y segundo, quiero preguntarte algo.

-¿Qué?- una gota de sudor apareció en mi frente.

-¿Quieres ver una película conmigo?-y antes de que pudiera responder puso uno de sus dedos sobre mis labios.- No digas que no-saco el dedo de mis labios.- ¿entonces?

-Tal vez, solo tal vez si...- me quede en silencio unos segundos

-¿Si?- pregunto con ansiedad, lo notaba en su voz. 

-Solo si no fuera contigo- le dije muy seria

-Me trata más mal que a un trapo sucio- se quejo

-Mira quien lo dice- conste con ironía

-Seras mi futura esposa y no me aguantas ni poquito, quiero que las cosas cambien- contesto

- Cambia de esposa y notaras la diferencia- añadí.

Me di vuelta y emprendí mi camino a mi habitación. Pero un firme agarre me detuvo

Me tomó bruscamente de la cintura pegándome a él. En sus ojos volvió a aparecer esa chispa que me aterraba para luego desviar su atención a mis labios y empezar a besarme.

Me tomo por sorpresa, podría esperar mucho de él , pero esto era algo que se salía de mi imaginación.

-Déjate llevar Isabella-susurro acercándose a mi oreja y dándole un pequeño mordisco causando un recorrido eléctrico por todo mi ser.

Le seguí el beso de una manera apasionante, me encantaba su manera de besar. ¿Qué diablos dices Isabella? – me pregunté a mi misma entre el éxtasis del beso

Lo aparte de mi bruscamente, me miró directo a los ojos.

Su mirada volvería loca a cualquiera, le brillaban los ojos, ojos tan bonitos que tenia. 

-¿Por qué me has besado?-pregunté. Me miró confundido.

-Estoy seguro que te encantó.- dijo con cierta satisfacción

Maldito engreído- pensé
- Tu arrogancia hace que te deteste cada día un poquito mas- le di una mirada de lastima, porque eso sentía por el

- Me tomo del brazo y me llevo dentro de su habitación. Cerro la puerta y se paro justo al frente impidiendo mi salida

- Aléjate en este instante si no quieres que grite- Le amenace

-Grita todo lo que quieras, esta casa es lo suficientemente grande como para que los vecinos te escuchen- se cruzo de brazos sin darme importancia alguna

-Te odio.-murmuré.

me tomo en sus brazos impidiendo que me soltara.

-Aléjate.-lo empujé pero fue inútil. Nada lograría, sus brazos eran el doble de fuertes que los míos.- Kenneth, por favor.-dije enojada.

-Puedes seguir odiándome así, yo no tengo problema.

Me miraba de arriba para abajo pues el era mas alto que yo, me dio una sonrisa tonta, tan tonta como lo era el.

-Me estas asfixiando- me quejé

-Puedo soltarte si, solo si- hizo silencio. Estaba jugando al mismo juego que yo había empezado

- ¿si?- pregunte desesperada

- Si te quedas conmigo a ver una película- contesto divertido

-¿Aquí solos tu y yo?- pregunte aterrada

-¿Qué propones?- alzo una ceja y me dio una sonrisa pícara.

-¡Asqueroso! No me refería a eso- Contesté nerviosa

-Podemos ver la película o....- miro a su cama y luego a mi . Sonrió.


-La película.-dije de mala gana. Disminuyó la presión con la que me sostenía.

-Escucha bien ¿sí?-me besó la mejilla.- Yo te suelto, pero si esta noche no vienes conmigo, te juro que entro a tu habitación y ya sabes lo que pasara.-

Que asco – pense y Corrí escaleras arriba.

Me encerré con llave en mi habitación. Pensé seriamente en no ir, sé que no entrará en mi habitación y me violaría ¿O si? Y si lo hacía nadie me creería pues para este entonces todos deben imaginarse que él y yo ya hemos consumado nuestro amor desde hace mucho. Repugnante

Respiré profundamente, tenía hambre, pero no me quería topar con Kenneth.

Salí muy sigilosamente de mi habitación y de repente unas manos me atraparon por la cintura haciéndome dar un gran susto

-No me toques.-intenté zafarme de el pero me pegó más a su cuerpo.

-No pensaras fallarme ¿verdad? -. Se acercó a mis labios.

-No Kenneth- le dije de mal modo sacando sus manos de mi cuerpo- y ya deja de tocarme

-Pero yo quiero tocarte. ¿Cuál es el problema?

-Basta Kenneth.-dije entrando de nuevo a mi habitación

-¿Por qué tan a la defensiva?-preguntó arqueando una ceja.

-¿Qué querías?-dije ignorando sus palabras.

-Pues.. avisarte que ya está el almuerzo.-dijo con cierto nerviosismo

-Que bien.-dije levantándome de la cama. Tenía bastante hambre


Me senté a su lado y comencé a comer.

-¿Vendrás esta noche?-preguntó.

-Sí, supongo. ¿Qué más da?

-No lo sé, tal vez quieras el beso.

-¿Sabes que Kenneth?-dije molesta.- ¿Quieres que hablemos de sexo?- abrió los ojos.- Pues vamos, háblame de sexo, dale que te escucho. Dime. ¿Con cuantas has estado?

-Hey, tranquila.-dijo divertido.- No tienes por qué ponerte así.- rio.- Me acabo de dar cuenta de algo.

-A ver...-dije con pesadez.- ¿De qué?

-De que eres virgen.-

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⏰ Última actualización: Apr 02, 2019 ⏰

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